A oscuras

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

La directora Victoria Calla Miranda toma tres historias que tienen en común la noche, la soledad, las adicciones, la sensación de no tener salida. Una actriz famosa pero que siente que su carrera declina y sus ansiedades la obligan a mendigar pastillas para lograr dormir y calmar sus frustraciones. Una joven bailarina que llegó a la gran ciudad, se encuentra en una relación toxica con un hombre violento que no tiene reparos en introducirla en la prostitución para explotarla. Un joven que maneja un boliche y parece tener todo controlado que desciende a las sustancias  hasta su autodestrucción. Y unificando esas tortuosas realidades un taxista, un hombre de experiencia, que intenta llevarlos mas allá de un viaje que le permite atisbar sus vidas. Una propuesta arriesgada de la joven directora  que resuelve con audacia como se comportan esas dos mujeres desesperadas, la actriz es Esther Boris, de gran entrega, la bailarina a la que Guadalupe Decampo sabe darle ese toque de locura terminal necesaria. Son las que más se lucen junto a un gran elenco: Francisco Bass, Alberto Afaka, Arturo Bonin. Un clima logrado de desmesura y hundimiento en los infiernos de la noche que por momentos se tensa en situaciones que parecen no tener salida y el final se ve un poco forzado.