A million ways to die in the west

Crítica de Facundo J. Ramos - Toma 5

"Humor para pocos"

No conforme con su enorme terreno conquistado dentro del mundo de la comedia, el creador de “Padre de Familia” desembarca por segunda vez en la pantalla grande con una propuesta indispensable para los amantes del género.

Después de “Ted” (2012) Seth Mac Farlane demostró que, en el cine, también había un público dispuesto a consumir ese humor absurdo, escatológico e irreverente que tan bien sabe combinar en sus producciones televisivas. Humor que, claramente, no tiene límites ni restricciones y que tampoco es para cualquiera.

Los hechos fueron contundentes: su opera prima costó alrededor de $50 millones de dólares (presupuesto poco habitual y bastante alto dentro de las comedias) pero terminó recaudando más de $200 millones solo en los Estados Unidos, lo cual le dio a Mac Farlane el derecho a seguir probando suerte tras las cámaras como guionista y realizador.

Y si bien lo más factible era una secuela de aquella producción protagonizada por Mark Wahlberg y Mila Kunis, su nuevo trabajo apuesta por homenajear, a través de la comedia, al casi extinguido género western.

Si el año pasado Tarantino se dio el gusto de hacer “Django Unchained”, ¿Por qué no iba a aparecer alguien más dispuesto a aprovechar este contexto actual que intenta revitalizar la temática de los westerns?

El principal acierto de “A Million Ways to Die in The West” es que se trata de un film donde hay cuatro vertientes del humor fácilmente reconocibles que rara vez logran funcionar muy bien juntas: el absurdo, el escatológico, el inteligente y el lisa y llanamente infantil.

Por ese motivo, desde el arranque y hasta final de esta propuesta te vas a encontrar con varios monólogos avanzados para el 1800, algunos penes de ovejas haciendo de las suyas, excelentes cameos y guiños a películas que marcaron a toda una generación y muchísimos golpes y muertes estúpidas.

Sin embargo, ya sea por el gran absurdo de su trama que sigue los pasos de un aburrido pastor de ovejas en el violento y lejano oeste, o por los miles de chistes de toda índole que Mac Farlane despliega a lo largo y ancho de toda su película, “A Million…” siempre logra su principal objetivo: generar risas en el espectador.

Ahora bien, pese a cumplir con creces esa misión, Mac Farlane (guionista, director y protagonista de esta propuesta) también apunta más alto en términos de realización ya que en esta oportunidad no solo contó con un elenco de mayor vuelo humorístico sino también con una producción de gran nivel técnico.

Ver a Sarah Silverman, Neil Patrick Harris y Giovanni Ribisi haciendo de las suyas dentro de una comedia adquiere un valor agregado cuando encontras a su lado a actores de la talla de Charlize Theron y Liam Nesson en personajes poco habituales dentro de su carrera.

Hasta Mac Farlane logra generar cierta empata con la audiencia gracias a ese humilde pero patético personaje, autodenominado en un momento del film como un “cowboy nerd”.

En definitiva, “A Million Ways to Die in The West” es una oferta más que eficaz para matar el aburrimiento, donde los guiños exclusivos a los consumidores de una cultura moderna son más que eficaces y se capitalizan con uno de los mejores cameos que presentó el cine en los últimos años, aunque esto difícilmente alcance para posicionarla entre lo mejor del 2014.