A la sombra de las mujeres

Crítica de Jimena Díaz Pérez - Sólo Románticas

A la sombra de las mujeres (L´ombre des femmes, 2015) es una historia de amor atravesada por situaciones cotidianas. El director Philippe Garrel delinea las características de los roles femenino y masculino en una relación de pareja determinada.

Manon (Clotilde Courau) y Pierre (Stanislas Merhar) son un matrimonio común y corriente. Las dificultades económicas apremian, pero se mantienen unidos para enfrentar las complicaciones. Tanto, que ella es la guionista de los documentales de él, un realizado poco conocido. En ese escenario Pierre conoce a Elisabeth (Lena Paugam) y comienza una relación amorosa que perdura en el tiempo, mientras continúa su matrimonio con normalidad. O al menos es lo que cree.

La película de Garrel es intimista y sencilla. Y esos aspectos se enfatizan con una estética en blanco y negro que se mantiene a lo largo de toda su duración. Las interpretaciones de Courau y Merhar son buenas y acompañan la solemnidad artística y poco expresiva del film.

A la sombra de las mujeres muestra de forma definida los roles de hombre y mujer. Porque Pierre es absolutamente machista y no tolera que su esposa actúe de una forma que él considera impensada. Mientras que Manon responde al canon de comportamiento que su marido espera. Esa retroalimentación de la pareja es la que permite que funcione, pero también genera un grado de desconfianza que, por momentos, la hace insostenible.

Garrel se detiene a observar distintas situaciones de un triángulo amoroso. Y aunque no sucede nada extraordinario, lo más destacable se percibe en el accionar de cada uno. Porque en lo simple se puede esconder lo complejo de los sentimientos.