A dos metros de ti

Crítica de Daniela López - Multiverso Pop

¿Estarías dispuesto a enamorarte sin poder tocar a esa persona?

Inspirada en la novela de Rachael Lippincott “Five Feet Apart”, la película A dos metros de ti narra la historia de Stella y Will, dos jóvenes que padecen de una enfermedad que los obliga a mantenerse alejados a dos metros de distancia sin poner en peligro sus vidas.

Este drama romántico cuenta la historia de dos jóvenes, Stella Grant (Haley Lu Richardson) y Will Newman (Cole Sprouse), que sufren de Fibrosis Quística y llegan a conocerse en el hospital mientras reciben sus tratamientos.

Stella ha pasado toda su vida con la enfermedad, así que busca mantenerse alejada de cualquier cosa o persona que pueda generarle una infección y así negarle su trasplante de pulmón. Aprovecha el tiempo para publicar videos en Youtube sobre su enfermedad y así ayudar a otros. Desde los seis años Stella Grand ha visitado el hospital de manera frecuente, eso le permitió conocer a su buen amigo Poe (Moises Arias), quien también lucha contra la Fibrosis Quística.

Por su parte, a Will le detectaron la enfermedad ocho meses atrás, pero a diferencia de ella, él solo lleva dos semanas en el hospital y busca la manera de saltarse todos los tratamientos para poder ser libre y conocer el mundo, en lugar de hospitales. Hasta que un día se encuentra con Stella y logran un coqueteo instantáneo que lo hace cambiar de parecer. Sin dejar a un lado la regla de “dos metros de distancia”.

Al final, se dan cuenta de lo que realmente significa el amor, y más cuando no pueden tocarse, aprenden a valorar la presencia del ser amado. Y a pesar de todo no dejan de aferrarse el uno al otro, ni de tener esperanza en sanar, ni en que su relación sí pueda funcionar.

A pesar de sus similitudes con Bajo la misma estrella (The fault in our stars, 2014), A dos metros de ti trata mostrar los dos lados de la moneda; por uno, aquella esperanzadora y luchadora paciente que cree firmemente en seguir los tratamientos al pie de la letra para poder salvarse. Por el otro, el despreocupado paciente que solo busca la manera de abandonar los tratamientos para disfrutar lo que le queda de vida.

Esta película para adolescentes deja un mensaje claro desde el comienzo de la película: Necesitamos estar cerca de las personas que queremos casi tanto como el aire que respiramos. Les aseguro que tendrán una montaña rusa de emociones, desde risas, hasta llantos y muchas sonrisas.