500 días con ella

Crítica de Sergio Schiavinato - Tierra de Sueños y Pesadillas

Aprovechen sufridos novios, esta es la perfecta ocasión para ir a ver "una de amor" y no querer pegarse un tiro en las innombrables. Y también es genial para ver que no se necesita un guión basado en la novela de moda ni gran presupuesto y ni siquiera grandes nombres en el cast para obtener una peli memorable.

Tom (Joseph Gordon-Levitt) es un joven arquitecto que en lugar de trabajar en lo suyo se dedica a escribir tarjetas de saludos; cree seriamente en el amor y que cuando empieza una relación, "ella" es la mujer de su vida. En cambio Summer (verano en ingles, de ahí el juego de palabras en el titulo), que empieza a trabajar en la misma empresa, solo quiere divertirse y pasarla bien, sin ningún tipo de compromiso. Sin embargo los esfuerzos de Tom, que se enamora al instante de Summer, tienen efecto y empiezan una relación, o mejor dicho, un periodo de 500 días del que ninguno saldrá como empezó.

Hasta acá pinta una trama más o menos típica pero el director y los guionistas nos van llevando para atrás y adelante en estos 500 días; es un recurso arriesgado y más en este genero que suele trabajar con "historias-recetas" pero la narración es muy amena y nada confusa; cada vuelta, cada salto temporal, cada escena repetida tiene alguna razón de ser y se logra un muy buen mix de situaciones cómicas con otras más melancólicas o tristes sin que ninguna agote mas que otras.

Pero el trabajo detrás de cámaras quedaría estropeado sin el carisma y la gracia de los protagonistas y eso tampoco falta; tanto Gordon-Levitt como Zooey Deschanel están bárbaros y no se me hace nada difícil pensar que así deben ser posta en la "vida real": el medio ingenuo y "cara de nada" pero muy querible y ella... nada, es una reina, una preciosura con cara de pirada y que además canta muy lindo (ya lo había mostrado en 'Si, señor!')

Así que ya saben, vayan sin miedo a ver esta peli en pareja que se van a divertir, emocionar y quizás incluso hasta los dejen pensando o reevaluando ciertas cosas. Para bien, por supuesto.