500 días con ella

Crítica de Juliana Rodriguez - La Voz del Interior

No es la historia de un amor

"Esta no es una historia de amor”, advierte una grave voz en off, antes de que comience la película, y tiene razón. Porque esta comedia romántica no es el relato feliz de dos personas que se enamoran, sino de una.

Tom (Joseph Gordon-Levitt, el pequeño actor de la serie Third rock from the sun, que ya creció) es un chico sensible, resultado de haber tomado demasiado en serio las letras de The Smiths y el guión de El graduado. Summer (Zooey Deschanel), en cambio, como Tonino Carotone, no cree en el amor.

A través de esa voz en off que comienza a narrar esta historia (y que se retira en el momento adecuado, cuando la historia se puede ya contar sola), sabemos entonces que Tom y Summer se conocieron en el trabajo, salieron un tiempo hasta que ella lo dejó.

Lo que se desarrollará, entonces, en los siguientes 95 minutos, será cómo ocurrió todo aquello. Y quizá el gran acierto del director Marc Webb es desde dónde y cómo narrarlo. Porque la historia se cuenta desde la versión y mirada de Tom, detrás de las cuales se ubica el espectador.

De esta manera, la película muestra desde los anteojos del protagonista cómo ella se convierte, primero, en “la luz de sus ojos”; luego, en “la chica más odiada del mundo”. Podría argumentarse que nunca el filme devela la visión del personaje femenino, que queda reducido a un extraño objeto de afecto. Pero, a fin de cuentas, la elección es clara: no se trata del relato de un romance, sino del de un enamoramiento y ¿no es acaso ese el relato siempre ansioso de una experiencia súper personal?

Por otro lado, el orden cronológico es otro de los aciertos del filme. Como quien cuenta una epopeya sentimental a un amigo en un café, guiado más por asociaciones emotivas que por la sucesión temporal de los hechos, la película evoca las etapas de la relación repasando los 500 días desde que ambos se conocieron hasta que terminaron. Así, el calendario de amor y desamor arma el rompecabezas de la pareja.

Equilibrando momentos de humor (la confidente y consejera de Tom es su hermana de 12 años, quien se burla de su inocencia sentimental) y de emociones (la música es otro punto fuerte), Tom transita los estados anímicos de su relación con Summer. Amenizan e ilustran la interioridad del personaje recursos que recuerdan a Amelie: escenas de coreografía de musical, recreación de películas en blanco y negro, animaciones, montajes. Pero si el francés (como otras comedias) era el filme de un amor feliz; este muestra también el otro lado de esa alegría.