50 sombras negras

Crítica de Maximiliano Barbalace - El Lado G

La parodia de la película y novela “50 Sombras de Grey”, llega a los cines argentinos con un humor vulgar y simplista.

El film dirigido por Michael Tiddes, director de las películas “¿Y dónde está el fantasma?” es el encargado de llevar a cabo esta cinta que cuenta con las actuaciones de Marlon Wayans, un regular ya en sus proyectos, y Kali Hawk, en los roles de Christian Black y Hannah, respectivamente.

La trama es una parodia cómica del best seller “50 Sombras de Grey”, que también tiene una mezcla con otras producciones que podrían decirse románticas. El humor empleado es bastante escatológico y chabacano, desde desnudos hasta diálogos muy subidos de tono. Solo en ciertos momentos hay algunos chistes bien empleados que dan cuenta de la realidad social como las diferencias raciales o el maltrato a la mujer, aunque éstos son escasos.

Los personajes están sobreactuados al nivel del ridículo lo que hace que por ciertos momentos se espere ansioso el cambio de escena. Algunos de los actores logran mínimo un chiste bueno,pero ese no es el caso de Jenny Zigrino, quien interpreta a Kateesha, la amiga de Hannah, que resulta ser lo más vulgar y aburrido de la cinta.

La película como parodia tiene sus momentos, principalmente cuando hace burla directa de la obra original o cuando se hace mención de la actualidad, e incluso en algunos diálogos en lo que se hacen bromas sobre cultura general. Es el típico film que debería haberse salteado la proyecciones en cine e ir directamente al catálogo de Netflix