4x4

Crítica de Paraná Sendrós - Ámbito Financiero

Algunos garantistas, y algún hincha de Boca, van a resoplar. Pero mucho público va a estremecerse, emocionarse un poco, y salir pensando. Hay dos metáforas que redondean la historia y, si uno las piensa, duelen de veras. Y también hay, en varias tomas, un afiche de “El hombre de al lado”, que por algo lo pusieron. Esa obra tiene ciertas cosas en común con la que ahora vemos. Entre ambas se iluminan, y quizá también iluminen al espectador en esta oscuridad cotidiana que vivimos.

A “4 x 4” se le pueden reprochar algunas minucias de continuidad o verosimilitud, nada esencial. El resto es todo elogiable, acá hay sustancia, ingenio, e ingenios, buen armado y material para la polémica. Con toques de humor, el prólogo nos advierte sobre el vecindario y sus intrusos. La historia empieza tan rápido como se mete un ladrón en un auto estacionado. Sólo que después no puede salir. El dueño bloqueó todo desde su celular, los vidrios están blindados y polarizados, empieza el juego del gato y el ratón.

Peter Lanzani sostiene él solo dos tercios de la película, y está formidable. De a poco va apareciendo el dueño, interpretado por Dady Brieva con esa voz de cariñosa maldad con que sabe lucir cualquier diálogo de humor cínico. Ninguno de los dos personajes es trigo limpio, y el libreto de Cohn & Duprat maneja debidamente el equilibrio, incluso cuando el asunto se vuelve una cuestión social con coro (no griego) incluido.

Ahí, para mayor gloria del espectáculo, es donde aparecen Noelia Castaño en el papel de frágil servidora pública, la patrulla, los vecinos, la buena música y el maestro Brandoni como mediador de última instancia. Y cuando ya no parece haber instancia alguna, el sentido de la obra está planteado y la resolución nos tiene en ascuas, pasa lo que, figuradamente, imaginan los autores que puede pasar con un sector de la sociedad. Y encima después viene el cierre. El director Mariano Cohn dedica esta obra a la memoria de su hermano.