300: El nacimiento de un imperio

Crítica de Ezequiel Coniglio - Cinezalco

Crítica de cine: 300: El Nacimiento de un Imperio
La única contra que tiene esta película es haber sido una segunda entrega. Y, si bien hay varias que rompen la regla, la generalidad dice que “las segundas partes nunca son buenas”. “300: El Nacimiento de un Imperio” no rompe con ese paradigma.

Basada en el reciente libro de historietas “Xerxes” de Frank Miller y narrada en el impresionante estilo visual de la taquillera película “300,” este nuevo capítulo de la saga épica transporta la acción a un nuevo campo de batalla —el mar— ya que el general griego Themistokles intenta unir a toda Grecia al liderar el ataque que cambiará el curso de la guerra. “300: El Nacimiento de un Imperio” enfrenta a Themistokles a las fuerzas invasoras de Persia lideradas por el mortal ahora dios, Xerxes, y Artemesia, la vengativa comandante del ejército persa.

Si estábamos esperando volver a ver a los queridos espartanos en acción, eso no pasará… nos vamos a quedar con las ganas. Los griegos van a invadir nuestra pantalla para enfrentarse al temido (y gigante) ejército persa de Xerxes. Los hechos de esta película transcurren en simultáneo con los acontecimientos de la primera “300” y, mientras se desarrolla “la Batalla de las Termópilas”, los griegos se enfrentan en el mar contra la flota persa comandada por Artemisia.

Artemisia, artemisia, artemisia… un capítulo aparte sin duda para este hermoso personaje (y hermosa actriz). Una de las mejores malas del cine y una gran interpretación de Eva Green. El personaje tiene un conjunto de cosas que lo hacen sumamente interesante: historia, acción, deseo, venganza y sexo. Junto a Xerxes, Artemisia nos muestra el lado más oscuro del ejército persa y nos regala una de las mejores peleas sexuales del cine (en su camarote contra Themistokles) que nos dejará con ganas de más… como a ellos.

El diseño gráfico y los ambientes creados digitalmente vuelven a darle su sentido a ir a verla a la pantalla grande y con un excelente 3D, pero no termina de superar las expectativas creadas después de haber visto aquella batalla de los 300 espartanos en la primera. Lo repito, si esta película hubiese salido primero la historia sería distinta porque hoy por hoy: “las segundas partes nunca son buenas”.