3 Corazones

Crítica de María Laura Paz - El Espectador Avezado

Pensar que Hollywood nos enseñó a leer su lenguaje que reconocemos tan fácilmente como leemos el castellano y que de vez en cuando nos pone de cabeza cuando abrimos la cabeza e intentamos probar otros sabores, como la cinematografía asiática y la europea de este caso. Oh la la, el cine francés, más algo de cine alemán, más algo de cine belga.

Me detengo en esta película que para mí fue el broche de oro del Festival Pantalla Pinamar de este año, y me alegra que se estrene en el circuito comercial. El título hace pensar en una comedia romántica y uno se sumerge en el primer encuentro entre Marc y Sylvie, su conversación; él que pierde el tren, ella que lo acompaña en esa noche por las callecitas de un pueblo y la promesa de un encuentro en París, al día siguiente.

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La música que acompaña a la pareja hace pensar que las cosas no saldrán tan bien y de hecho, ese segundo encuentro no se produce. Marc, es recaudador de impuestos y vuelve al pueblo, a ver si encuentra a Sylvie.

Ninguno dio a conocer su apellido, ni su teléfono celular, ni su dirección, ni su correo electrónico. Ambos quedan atravesados por la explosión de ese encuentro mas el calor pronto se apaga cuando Marc conoce a Sophie a quien ayuda a poner en orden la tienda de antigüedades que es también de su hermana.

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Hasta aquí, me dirán, cuál es el conflicto, y bien, creo que es el fin de la anterior oración. Sylvie y Sophie son hermanas, muy unidas, no sólo entre ellas sino con su madre. Casualidad o no es que Sophie y su madre, son familia en la vida real, Chiara Mastroiani y Caterine Deneuve; adivinarán que el padre es Marcelo Mastroiani, ¿no?

El acertijo que le plantea al espectador esta interesante película es saber qué triángulo es más poderoso: si el de la madre y las hermanas, o el de las hermanas y Marc. Suspenso y drama dirigido por Benoît Jacquot y con una duración de 106 minutos.