2012

Crítica de Sergio Schiavinato - Tierra de Sueños y Pesadillas

Wiii, volvió Roland Emmerich a lo que mejor le sale.

Para explicarme mejor, desde 'ID4' hasta acá (exceptuando '10000 BC' ) este alemán hollywoodizado ha hecho películas con varios elementos reconocibles: mucha destrucción, la exaltación de los USA como potencia que lidera/salva al resto del mundo (todavía intentó entender como hicieron los africanos con lanzas que muestran en 'ID4' para derribar a la nave), el propio presidente con algún papel importante y sobre todo los protagonistas zafando siempre por un pelo. Si, 'El patriota' es una excepción pero también te muestra la bandera estadounidense a cada rato.

Ojo, igual todo bien con el tipo, más allá del propagandismo sus pelis suelen ser divertidas y aseguran un buen rato de pochoclo. De hecho '2012' dura más de dos horas que se pasan como si nada. Es un placer ver como las ciudades y todo el resto del mundo se viene abajo en temblores y maremotos.

Es el film ideal para no cuestionar demasiado (¿como hacen Cusack y su familia para zafar justo? El suelo se hunde siempre un centímetro detrás de ellos pero nunca donde están parados) y disfrutar del espectáculo visual que es donde están todas las pilas.

El reparto es decente pero los roles están llenos de cliches; tenemos el fracasado que se lleva mal con la familia y tiene la oportunidad de redimirse como un heroe (John Cusack, que todos sabemos que es un actor excelente pero también tiene que pagar la cuenta de luz), el loco de las conspiraciones -gran papel de Woody Harrelson, lastima que aparece poco-, el científico que descubre todo (Chiwetel Ejiofor), el que intenta manipular las cosas para sacar ventaja (Oliver Platt siempre haciendo de garca) y por supuesto, el honorable presidente (Danny Glover), que nunca es corrupto ni cobarde ni transpira una gota. Eso si, como es una pelicula con mucha destrucción, el mandatario es de color, igual que en 'Impacto profundo'. Moraleja: si se acaba el mundo durante el gobierno de Obama, Hollywood nos lo advirtió.

Ah, y sin duda lo más importante: un montón de gente murió, todo quedo bajo el agua pero la hija del protagonista aprendió a no usar pañales. Maravilloso.

En conclusión , entretenimiento bien hueco y con receta pero divertido al fin. Y mucho.