2/11 Día de los muertos

Crítica de Facundo J. Ramos - Toma 5

Resulta frustrante ver que un buen guión, un buen grupo de actores y los recursos técnicos suficientes para aprovechar ambas cosas son malgastados por quien debería ser el máximo defensor de una película: Su director.

Doblemente frustrante es saber que Ezio Massa, quién está detrás de las cámaras en esta floja producción, fue el director de pequeñas/grandes películas, como ser “Villa”, estrenada de forma comercial este año en nuestro país.
Los mayores problemas que tiene “2/11 Día de los muertos” corren por cuenta de la dirección, la utilización de cámaras y luces de forma inapropiada y un montaje vertiginoso que resta puntos en vez de sumarlos.

Los momentos claves del film transcurren de noche, y si bien la fotografía por momentos parece estar a la altura de las circunstancias para mostrarnos con total claridad todo lo que sucede, Massa pone en escena una serie de recursos innecesarios (cámara en mano incluido) y pincelazos de un estilo de filmar que para esta película no parecen apropiados.

El guión filmado por el propio Massa y Sebastían Tabany no es una maravilla, pero si logra mantener la atención del espectador desde el arranque y durante su desarrollo aporta elementos (sobre todo dosis de suspenso) que hacen a la trama más interesante y llevadera.

El problema, también, es que a los guionistas les resulto difícil cerrar la historia de una forma concreta y se despacharon con un final que a más de uno dejará disconforme. Quizás hasta pueda considerarse abrupto e inesperado.

Queda la sensación de que estuvimos frente a una gran idea, plasmada por momentos de forma correcta en la pantalla grande, pero que en el resultado final no termina de convencer por ningún lado y nos deja un sabor de boca amargo difícil de quitar.

Para destacar las actuaciones correctas por parte de Juan Gil Navarro, Agustina Lecouna y Nicolás Alberti, como así también el correcto trabajo de efectos especiales que presenta esta producción.

Las leyendas urbanas de pequeñas ciudades o pueblos del interior de nuestro país, como los que intenta emular esta producción, merecen una película que los sepa aprovechar al máximo.

Lamentablemente “2/11 Día de los Muertos” no pudo lograrlo y se quedó a mitad de camino. O abandonada en medio del bosque.