1917

Crítica de Mauro Jacobo - Cinélico

Uno puede hacer la diferencia

Vuelve el gran director Sam Mendes (''American Beauty'', ''Skyfall'') con una nueva película que la rompe desde su historia hasta los aspectos técnicos cinematográficos. Mendes es un director muy bueno en lo que hace, un artista muy cuidadoso de la estética y aquí lo demuestra en la máxima expresión. Lo más impresionante que tiene esta propuesta es sin duda su factura técnica. Mendes se asoció con el gigante director de fotografía Roger Deakins, responsable de la cinematografía de películas como ''Skyfall'', ''Blade Runner 2049'', ''Sicario'' y varias más. Deakins ya había ganado un Oscar por ''Blade Runner 2049'' y este año sumó su segunda estatuilla por este trabajo, que es realmente excepcional. ''1917'' parece haber sido grabada en un solo y largo plano secuencia que va siguiendo a los protagonistas durante las dos horas que dura el film.
Grabar realmente un plano secuencia de esa cantidad de tiempo hubiera sido imposible, pero lo que hicieron Mendes y Deakins acá tampoco es para nada fácil. Fueron uniendo las secuencias en puntos estratégicos para que nunca se noten los cortes entre una escena y otra. Para esto tuvieron que ensayar muchísimo con los actores y los extras debido a que lo que filmaran un día sería la secuencia que iría al producto final. Lo lograron de tal manera que el espectador realmente siente el peso de estar inmerso en una historia que no tiene respiro y que se torna alienante. Bien merecido el Oscar a Deakins. Logran mostrar los horrores de la guerra de manera cruda y elegante a la vez, algo muy complicado de lograr.
Pasando puntualmente al trabajo de Mendes, creo que tiene un sentido del entretenimiento envidiable. Entiende muy bien el cine y sabe contar historias con sus cámaras. El film tiene tintes de drama crudo, buddy movie, aventuras y acción, todo cohesionado de una manera que se potencia hasta alcanzar un producto final genial. La historia es por sobre todo un relato de esperanza entre tanta miseria humana, la demostración de que un pequeño grano de arena puede hacer cambios muy relevantes, de que uno puede hacer la diferencia.
Los dos protagonistas hacen un muy buen laburo, mientras que estrellas de la talla de Colin Firth, Mark Strong y Benedict Cumberbatch, aunque aparecen de manera limitada, aportan jerarquía y presencia.
Si tuviera que decir algo para los escépticos, les diría que es una película bélica para un público amplio, no sólo para los que son seguidores de este tipo de género.
Lo único que tengo para criticar tiene que ver más con lo ideológico, y por tanto con el guión. Creo que es hora de dejar de hacer películas sobre guerras reales y crueles que vivió la humanidad, sobretodo porque la mirada política siempre se posa en la nacionalidad del país que la lleva a cabo. En esta ocasión el relato se centra en una dupla de soldados británicos que se convirtieron en héroes para su nación por llevar un mensaje que salvaría miles de vidas. En ese camino, inevitablemente matan a otras personas. Eso creo que un horror y no algo para conmemorar. Es hora de dejar de ensalzar de todas las formas posibles los enfrentamientos bélicos.