13 pecados

Crítica de Santiago García - Tiempo Argentino

Juego macabro y divertido

Un hombre desesperado, que ha perdido su trabajo, cuya esposa está a punto de dar a luz y hundido en deudas y problemas de toda clase, recibe una misteriosa llamada. Esa llamada le propone un desafío muy simple a cambio de un instantáneo depósito en su cuenta bancaria. A ese desafío le seguirá otro apenas más complicado, y luego uno peor. Trece desafíos que pasarán de lo sencillo a lo atroz, llevando al personaje mucho más allá de cualquier límite imaginable, pero a cambio de millones de dólares. Los llamados tienen un origen desconocido y quien los hace parece saber absolutamente todo lo que pasa con el protagonista en cada momento, en cualquier lugar. Habrá que aceptar esa licencia poética para poder disfrutar, está claro. Trece pecados es la remake de un film tailandés, pero esto no le juega ni a favor ni en contra, aunque sí queda claro que se le nota el origen cercano al cine de terror oriental. Más que cualquier otra cosa, la película es un intento más que claro de generar una nueva franquicia como, por ejemplo, El juego del miedo. Y tiene chance de lograrlo al comienzo, donde no solo se parece la saga ya mencionada sino también a Apuestas perversas, una película que el azar de la cartelera ubicó dos semanas antes en las salas de estreno locales. Trece pecados va creciendo, es divertida y por momentos sorprendente. Luego entrega algunas sorpresas que la vuelven aun más interesante, pero para resolver los conflictos la trama termina generando algunas vueltas de tuerca que desarman todo lo obtenido. Una película no termina hasta el final, y si ese final no funciona, no importa lo que se haya hecho antes. Detrás de la trama ingeniosa, que bordea de forma efectiva el disparate a medida que llega a sus mejores momentos, está la idea que ya habíamos visto en otras películas, acerca de cuánto está dispuesto a hacer una persona con tal de obtener dinero. Pero no es codicia lo que tiene el protagonista, sino necesidad, por lo cual su moral está en juego a medida que los desafíos crecen. Será cuestión de ver si esta es la primera de muchas películas o si la historia cierra acá, cosa que también podría ocurrir sin problemas.