120 pulsaciones por minuto

Crítica de Mariana Zabaleta - Subjetiva

120 pulsaciones por minuto, de Robin Campillo
Por Mariana Zabaleta

Un ejercicio de guion inteligente condiciona, intrínsecamente, la politicidad de toda propuesta cinematográfica. 120 pulsaciones por minuto es un claro ejemplo de como el relato puede implicar un sujeto colectivo tanto complejo como cristalino.

La opacidad de la agrupación francesa ACT-UP Paris (AIDS Coalition to Unleash Power) es descripta con el tesón de la puja y tensión características de las más antiguas asambleas. Jóvenes y adultos, unidos por una condición estigmatizante (HIV) conducen enérgicamente la discusión entre propuestas retóricas y artisticas de intervención. La performance bebe la vitalidad de aquellos frágiles, pero resueltos, cuerpos. Testimonio algo nostálgico conduce y atomiza el foco colectivo en múltiples historias. Una clara segunda parte se detiene exhaustiva, pagando con cierto dinamismo, en las relaciones y los diversos personajes implicados.

Aunque la extensa duración de la película conduce por momentos al sopor, el componente autobiográfico presente se cuela con gran soltura. Relato que ofrece tanto el azote de los eventos como las edulcoradas escenas de discoteca. Cámara testigo inteligentemente muestra la privacidad en lo público, como la publicidad de lo privado (aspecto complejo y vital de la estigmatización del SIDA).

Activismo como forma de vida en camino a la muerte, gran parte del acierto es logrado por las elaboradas interpretaciones (y direcciones) de Perez Biscayart y Arnaud Valois. Lejos de los lacrimosos lugares comunes de otras puestas sobre el tema, la valentía por momentos impetuosa y joven contagia la sala bajo el enérgico grito de protesta.

120 PULSACIONES POR MINUTO
120 Battements par Minute. Francia, 2017.
Dirección: Robin Campillo. Guión: Robin Campillo y Philippe Mangeot. Intérpretes: Nahuel Pérez Biscayart, Arnaud Valois, Adèle Haenel, Antoine Reinartz, Ariel Borenstein, Félix Maritaud, Aloïse Sauvage, Simon Bourgade, Médhi Touré, Simon Guélat. Producción: Hugues Charbonneau y Marie-Ange Luciani. Distribuidora: CDI Films. Duración: 140 minutos.