Bajo la dirección de Miguel Ángel Rocca, director de “Arizona Sur”; este drama con guión de Rocca y Maximiliano González cuenta con un destacado elenco: Alberto de Mendoza, Ailén Guerrero, Carlos Belloso, Malena Solda, Analía Couceyro, y juntos con la participación especial de Cecilia Rosetto y Norman Brisky. Es un tema difícil que nos trae Rocca y muchos casos similares que conocemos, cuando una familia y su entorno hace la vista gorda y no quiere ver, esta es la historia de Bárbara (Ailén Guerrero) quien tiene 10 años , va a la escuela pública, es la primera voz del coro, pero su aspecto es triste, tímida, se concentra poco, falla en los exámenes, ante alguna situación incómoda se orina y su único escape es cuando arman toda una aventura junto a su amigo Matías (Conrado Valenzuela); es aquí donde su maestra Ana (Jimena La Torre) ante tal situación la deriva a la psicopedagoga de la escuela a Sara (Malena Solda). Es cuando Sara comienza a revelar los miedos, la oscuridad que esconde detrás de su mirada la niña y todas las sospechas salen a la luz, es cuando intenta tener el apoyo del director Enrique (Mario Alarcón), de la madre (Analía Couceyro), de su padrastro Rodolfo (Carlos Belloso) y hasta de la policía, pero todo está lleno de negaciones y Ernesto (Alberto de Mendoza) es el que sigue digitando todo detrás de su aspecto culto y elegante. La historia habla del ocultamiento, de los secretos, de las mentiras, de la negación, la vida de una niña envuelta en el horror y la violencia, el temor del director de la escuela, la falta de acción de las instituciones, y las barreras contra las que lucha la psicopedagoga. Todo es llevado con un buen tono dramático y conmovedor, aborda un tema bastante difícil que es el abuso, no cae en lugares comunes ni en golpes bajos, una muy buena actuación de Alberto de Mendoza en un papel jugado, en este personaje oscuro y siniestro. La niña Ailén Guerrero realiza una buena labor, pero hay algunas actuaciones secundarias poco aprovechadas y otras que están bien. Cuenta con una buena fotografía y música.
Esta es la ópera prima de Rodrigo Guerrero (29) licenciado en cine y televisión egresado de la Universidad Nacional de Córdoba, en este relato nos encontramos con una pequeña historia coral , en un pequeño pueblo del interior del país, que intenta reflejar a través de su narración las historias de seis de sus habitantes que viven sumergidos en la rutina. Y para esto logró reunir a un destacado elenco: Luis Machin (Fabián); Lautaro Delgado (Gustavo); Paula Lussi (Marcia); Maitén Laguna (Rocío); Elisa Gagliano (Sabrina) y con la participación especial de: Max Berliner y Coni Vera. Todo comienza con un paisaje gris como una pintura del invierno, la cámara nos va introduciendo en el lugar, allí nos encontramos con Sabrina con un bolso negro, da vueltas con Marcia. Más tarde ambas andan a caballo por el campo. Por otro lado vemos a Gustavo, un hombre solitario que realiza tareas en su campo; una joven que modela su cuerpo; Fabián que se traslada en su camioneta y una mujer sola, que sufre. Estos seis personajes buscan contención, amor, y sus vidas se van entrecruzando. En medio de ese invierno, con una paisaje vistoso esta el encuentro de dos jóvenes Gustavo y Marcia, hasta llegar a una relación sexual rústica; este pasa sus días triste, fumando, trabajando, es muy rutinario y tosco, ella en cambio es tierna, tímida y sin experiencia, pero la vamos a ir descubriendo. Nos encontramos por otra parte con Fabián (Luis Machín), un hombre encandilado con la bella profesora de danza Rocío (Maitén Laguna), esta mantiene una buena relación con su madre bastante posesiva, vive pendiente de ella y la acorrala. También está bien delineado el personaje de la madre de Marcia quien se siente sola, llena de tristeza y abatida por los años, esta suele llega a irritarse. La vida de todos estos personajes la vamos conociendo más profundamente en la fiesta del pueblo, con un interesante dialogo entre los personajes de Luis Machín con Fanny Cittadini; la escena de Gustavo y Marcia explota; Sabrina habla con Marcia sobre sexo, y otros personajes que solo hablan a través de las miradas. La narración contiene sutileza, tiene momentos poéticos, está acompañada por momentos con una luz invernal y una paleta de colores reflejando las situaciones, una banda musical que va creando distintas atmósferas en medio del relato, por momentos tiene un estilo al Director Gus Van Sant; las escenas se intercalan con grandes planos generales del pueblo y el campo, entre otro tipo de planos y buenos encuadres de los personajes; pero creo que le sobran unos veinte minutos aproximadamente.
El film dirigido por Nicolás Gil Lavedra, con un destacado elenco, encabezado por Susú Pecoraro en el papel de Estela B. de Carlotto, Alejandro Awada, Laura Novoa, Fernán Mirás, Inés Efrón, Carlos Portaluppi, Nicolás Condito, Guadalupe Docampo, Guido Botto Fiora, Rita Cortese, Elcida Villagra, Elvira Onetto y Elvira Villarino. El libro cinematográfico de Jorge Maestro y María Laura Gargarella abarca el período de la vida de Estela Barnes de Carlotto, comienza en 1976 hasta la actualidad; va mostrando las distintas etapas de su vida, una esposa de clase media divide su tiempo como muchas otras mujeres, entre la familia y la docencia, pero su vida no resulta ser común cuando sus hijos crecen y todo se ve perturbado cuando su hija Laura (interpretada por Inés Efrón) primero es secuestrada en noviembre de 1977, pasando a ser una desaparecida (en tiempos de dictadura) para luego ser asesinada. Esta mujer debió tomar valor y comenzó a buscar a su hija incesantemente por todos los lugares posibles, debiendo soportar ofensas, dolor y humillación, nunca se quedo quieta, en ese transitar se fue encontrando con otras madres que padecían la misma situación, y de esta forma nace Abuelas de Plaza de Mayo. A medida que vamos viendo su desarrollo, debemos destacar el brillante trabajo que realiza Susú Pecoraro, entre el pasado y el futuro, en esto además debemos resaltar el trabajo del equipo de vestuario, decorado y maquillaje; matiza muy bien Alejandro Awada como el tano, padre de cuatro hijos (Laura Estela, Claudia, Guido Miguel y Remo), quien debe contenerse pese a que comienza a saber de las torturas, su mirada ya no es la misma que la de una parte de los ciudadanos, porque descubre que en Argentina la situación cada día se pone más tensa y que existen los genocidas. Laura (Inés Efrón) una de sus hijas es detenida, secuestrada y asesinada; pero esto no es todo, al tiempo se entera que está embarazada. La angustia crece más cuando una mujer les cuenta casi en secreto que Laura aún vive y el mensaje es que busquen al bebe y que le den como nombre el de Guido, que investiguen en la Casa Cuna hacia fines de junio de 1978. La historia llega hasta el presente, porque Estela sigue buscando a su nieto Guido, no se da por vencida, y gracias a esto ella encuentra a otros 105 nietos perdidos a quienes ayudo a recuperar su verdadera historia. El relato no contiene golpes bajos, muchos somos los que sabemos de la desaparición de familiares, amigos y el robo de sus nietos, en épocas duras de la Argentina, (también existió en otros países), porque eso se encuentra reflejado en los: diarios, revistas y libros. El realizador logra que mantenga el ritmo, muy bien delineados los personajes y la recreación de época, desde los 70 hasta la actualidad, maravillosa la música acorde a las circunstancias y la fotografía y a muchos de los espectadores los hará vibrar emocionalmente, a descubrir a una mujer que nunca se rindió y volver a decir una y mil veces “nunca más”.
Esta historia se encuentra filmada en la Isla Maciel y en la República de Benín en África, la misma estuvo seleccionada para participar de la Competencia Oficial de la Edición 2011 del New York International Latino Film Festival. El director va relatando dos historias paralelas, una en África y otra en Argentina, ambas se van entremezclando; transcurre principalmente en la isla Maciel, ubicada frente a La Boca sobre el Riachuelo, un lugar colorido, que refleja un mundo sellado por la violencia y la desigualdad social. En las afueras de Cotonou, República de Benín, Oeste africano, viven Morenike (Carole Lokossou) y Babárímisá (Ilias Akala) este es un adolescente de unos quince años sufre de una extraña enfermedad del corazón; ellos pertenecen a una comunidad Yoruba, visitan con regularidad un hospital el cual carece de recursos, las posibilidades que tiene de sobrevivir son mínimas. Los espectadores sabemos que el continente africano tiene el índice de mortalidad infantil más alto del planeta, y en este caso Babárímisá es uno más; la madre como cualquier madre hace lo imposible para salvar a su hijo, por eso viaja hasta la casa de Irawo, una sacerdotisa Yoruba, para invocar los dioses Orishas. Por otra parte en la Isla Maciel, en Buenos Aires, vemos personajes como: Shantas (Leonel Arancibia) un joven delincuente, que vive en una casa de chapa en Villa Tranquila, (que es uno de los asentamientos marginales más extensos de la Argentina), este junto a sus amigos Víctor y Joni, (Esteban Díaz y Cristian Gutiérrez) sobrevive robando pequeños comercios. En el transcurso de la historia sabremos mas de Shantas, que esta de novio con Lisa (Dalma Maradona), no es un simple ladrón porque Julio (Daniel Valenzuela), el sacerdote Umbanda del barrio que profesa el poder de los dioses Orishás entre los jóvenes; Shantas tiene su pasado vinculado a África, su piel es mestiza, se interesa por el Umbandismo y se ve un ser invencible e inmortal. A través de los datos que nos dan algunos personajes y en especial el de Javier Lombardo (interpreta al Dr. Nuñez), las costumbres africanistas que llegaron al continente americano junto con los esclavos estos practican sus rituales hasta hoy en día. Si obsérvanos lo que dejo el artista Benito Quinquela Martin cuando redibujó La Boca le dio colores fuertes, inspirado en la gente del lugar y en la cultura Yoruba que le da lugar a la religión Umbanda; también nos dejaron: Merengue, milonga, mota, arroró, chimango, chirimbolo, chongo, chango, shangó y algo de vocabulario. Los espectadores verán dos historias de ficción que están fuertemente unidas, estos mundos distintos en apariencia que luego se encuentran; como fue hace millones de años América y África fueron alguna vez un único continente, hoy se encuentran distanciados por un gigantesco océano pero sus orillas vuelven a unirse por estos dos seres especiales. La historia pretende que tomemos conciencia, que en los colegios comienzan a contarles a los alumnos cómo vivían los negros esclavos, cuáles eran sus tradiciones, sus costumbres y que heredamos de ellos. Si hacemos un poco de historia en 1840 Buenos Aires tenía una parte de su población compuesta por negros, estos no contaban con muchos derechos, y fueron desapareciendo a causa de la guerra del Paraguay y luego en 1871 con el brote de fiebre amarilla en la ciudad; deberíamos buscar información que paso en la etapa cuando estuvieron Sarmiento y Mitre. El film tiene algunos problemas de montaje, personajes poco explotados, sin matices, al igual que situaciones, secuencias muy largas y le falta la utilización de algunos planos para darle mayor agilidad; protagonizada por los argentinos Javier Lombardo, Leonel Arancibia, Dalma Maradona, Nicolás Condito y Daniel Valenzuela, y los africanos Carole Lokossou, Ilias Akala y Eliane Chagas.
El actor, guionista y director Javier Van de Couter (guionista de "Tumberos") ya había dirigido el mediometraje “Perro amarillo” (2005) donde en esta oportunidad se metía en la vida de cuatro personajes que se encontraban accidentalmente (Carolina, Julián, Sofía y Agustín) y se iban entrelazando; ahora el film “Mía” es su primera ópera prima y acaba de ganar el premio al mejor guión inédito en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana (Cuba). En esta oportunidad conoceremos a Mía, entre otros personajes, a través de Ale (Camila Sosa Villada), una travesti que trabaja como cartonera y que al recorrer las calles le da la posibilidad de observar a los demás; vive en una villa miseria conocida como La Aldea Rosa, en un descampado junto al Río de la Plata, a metros de la Ciudad Universitaria. Un día como cualquier otro, recorriendo las calles con su carro, escucha una discusión y ve cuando un hombre (Rodrigo de la Serna), tira a la calle una caja contiene un diario íntimo y otros objetos, Ale cuando nadie la ve recoge la misma, este pertenecía a Mía, ahora ella es la encargada de contarnos a nosotros los espectadores como era Mía, sus secretos y su vida. En su casilla Ale no sabe leer muy bien, pero dentro de sus limitaciones, a través de la escritura de Mía se mete en su vida (esta ha muerto), a tal punto que intenta entregar el mismo a Julia (Maite Lanata) su hija de unos once años pero su padre Manuel (Rodrigo de la Serna), vuelve a tirar el mismo, apenas la mira a Ale y la echa de su casa. Ahora Ale entusiasmada como si fuera un cuento, lee constantemente este diario y también lo hacen los que habitan la Aldea Rosa (Naty Menstrual, Rodolfo Prantte, Carlos Cano y Miguel Israelevich); todos ellos están a punto de ser desalojados por las autoridades, sufren, hasta deben ejercer la prostitución y este diario pasa a ser su cable a tierra. El relato es bastante previsible, pero esta puede ser la vida de cualquier padre que se va convirtiendo en un alma en pena, aunque no tenga problemas económicos, pero tiene uno peor el psicológico, su dolor lo adormece con el alcohol y la víctima de todo esto es una niña, que también sufre la ausencia, ambos están marcados por el sufrimiento y la impotencia. A pesar de todos los problemas que tiene Ale, se sensibiliza por estos dos seres e intenta entablar una relación con la pequeña, aunque Manuel en un principio se opone, pero pronto Ale se mete en sus vidas y ella también pasa a vivir como en un cuento de hadas. A través de este relato conocemos a quienes vivían en este asentamiento en 1995, y se va ficcionando en este melodrama contiene ternura, nos habla de la marginalidad, la discriminación, los prejuicios, del dolor, de la familia, de la maternidad, está presente la búsqueda de la felicidad y los sueños. Dos actrices hacen su debut cinematográfico Camila Sosa Villada, (además es cantante) y Maite Lanata, tiene sólo 11 años es la que interpretó a una autista en “El elegido” y bien acompañadas por Rodrigo De La Serna, muy buena la música de Iván Wyszogrod (Juan y Eva; Aniceto; Alma Mía) y la fotografía de Miguel Abal (Violeta se fue a los cielos; 18-J), pero su final es convencional y algunas situaciones poco creíbles.
Es un cuento de Sergio Bizzo, este es un film intimista como lo fue Herencia (2001) y Lluvia (2008), aquí nos relata una historia de amor en sus dos etapas: la adolescencia y la adultez, en un lazo de más de 30 años de tres amigos y se encuentra protagonizada por: Diego Peretti, Elena Roger y Luis Ziembrowski. Todo comienza con el reencuentro entre Lisa (Elena Roger) y Bruno (Diego Peretti) este escribe guiones en la ciudad y pudo formar una familia; ella sigue viajando como hace treinta años atrás, ahora por su profesión, y vuelve para reunirse con Lalo (Luis Ziembrowski) del cual no sabe nada de él. Ahora Lisa vuelve a irrumpir en esas dos vidas adultas, como lo hizo en el verano de los 70, cuando ellos eran adolescentes, en Victoria un pueblo de la provincia de Entre Ríos, un lugar tranquilo con un río y un balneario, y su llegada rompe la monotonía de estos jóvenes. A raíz de esto vamos conociendo mejor a los personajes de adolescente y de adultos, porque la historia va y viene en el tiempo, Bruno (Alan Daic), y Lalo (Agustin Pardella) son amigos y Lisa (Denise Groesman) una chica especial, hija de militante; atractiva, le gustan los desafíos y es sorpresiva. El film tiene una gran fluidez narrativa, tiene ritmo, logra que el espectador se meta en la historia, le interese, se emocionen, viva el mundo de cada uno de los personajes, tanto en la adultez como en la adolescencia, y logra: sentir la pasión, la melancolía y donde se abre un abanico de situaciones y sentimientos y no cae en golpes bajos. Algunos en sus butacas quizás conozcan una historia parecida o hayan vivido algo similar, quien en su adolescencia no se enamoró, no fue abandonado, no abandonó, o quiso y no fue correspondido y cualquiera de nosotros pudo haber vivido un gran enamoramiento, sentir ese cosquilleo y el despertar sexual; bueno en fin puede ser la historia de cualquiera. Esta excelentemente bien interpretada, todos se lucen, hasta quien realiza su debut actoral como Elena Roger, los actores: Alan Daic, Agustin Pardella y Denise Groesman (Rompecabezas 2009) que son quienes interpretan a los personajes en su adolescencia, lo realizan a la perfección desde sus movimientos, sus miradas, logran expresarse igual que los personajes ya adultos y consiguen dicha interpretación (un buen casting).
Esta historia viene de la mano del Director, Productor y Guionista Rosendo Ruiz (44), se presentó como pre-estreno en los Festivales de Mar del Plata y Pinamar, la producción ejecutiva a cargo de Inés Moyano y obtuvo una muy buena convocatoria ya la vieron más de 10 mil personas en Córdoba y ganó el Premio del Público en el último Festival de Mar del Plata. Todo comienza cuando Juan Cruz (Francisco Colja), un fotógrafo de clase alta de Córdoba, más acostumbrado a las fiestas electrónicas, vive en un mundo de lujos, sus amigos viven en lujosas casas de countries; este trabaja para una agencia de publicidad y le encargan un trabajo, tomarle fotos a la “Mona” Jiménez para ser usadas en la gráfica de su nuevo disco. Este joven ingresa en un mundo desconocido para él y descubrirá otro mundo, allí conoce a una joven atractiva Sara (Johana Pereyra), ellos van a su casa y estudio, allí le saca varias fotos muy sensuales, pero todo ese momento se ve empañado cuando recibe un llamado telefónico y a partir de ahí descubre que le robaron y le dice a su amigo por teléfono: “Seguro que fue uno de estos negros de mierda”, es cuando Sara decide irse. Ahora Juan Cruz asume todos los riesgos para recuperar su cámara, sin dar parte a la policía; se mete en la casa de la travesti Penélope (Martin Rena), de ahora en más se involucra en un mundo desconocido y delictivo, junto con Maxtor (Rodrigo Savina) y Sara; los cuatro son un cuarteto delirante y todo esto se suma el personajes muy bien logrado de Laucha (Gustavo Almada) la ex pareja de Sara, quien lucha constantemente para recuperarla. Es un film dinámico, una buena construcción de los personajes y su narración, existen varias escenas buenas pero hay una que se luce Saviana bailando merengue (graciosa), disfrutable para todos los espectadores, con ese humor cordobés (muchos conocimos el mismo por ejemplo a través de El Negro Álvarez), tiene aventura, intriga, amor, drama, cruces sociales, toca la discriminación y técnicamente lograda (planos, cámara fina, entre otras).
El director y guionista Giralt en ningún momento oculta que para realizar esta historia se basó en Opening Night en 1977 (Noche de estreno), de John Cassavetes, protagonizada por Gena Rowlands y Ben Gazzara, donde habla de una estrella del teatro adicta a la bebida y con una vida personal desordenada. Todo comienza con una frase de Ingmar Bergman, también lo cita en otros momentos, luego muestra el personaje principal en medio de la naturaleza, se la muestra en distintos planos cinematográficos, después vemos a Juana (Rivas) manejando en la ruta, acompañada por su hija de 9 años Lili (Miranda de la Serna-hija en la vida real de Rivas y De la Serna), esta lee un fragmento de “Yerma” de Lorca que estudiar para el colegio, donde su madre responde –“Yo hice Yerma…”. Mientras maneja no le da el ejemplo en nada a su hija, bebe, fuma y habla por celular y luego las acompaña su marido Román (Nahuel Mutti), un cineasta poco conocido, ellos se dirigen a su casa en las afueras de Buenos Aires. La idea es pasar aislados desde el viernes hasta el lunes (esta sería la fecha del estreno de la obra en el teatro); Ella durante esos cuatro días vive intensamente pensando en su trabajo, y no es para menos este significa mucho para una actriz, y se siente aterrada por este su primer protagónico en el Teatro General San Martin, estrena “Casa de Muñecas” De Henrik Ibsen. En esos días Juana se pasa ensayando, en todo momento pasa letra; organiza una sección de fotos y un reportaje (Mónica Villa), y para la noche una reunión con amigos : Hernán (Rodrigo de la Serna), Cynthia (María Marull), Ismael (Emmanuel Miño) y Gus (Santiago Giralt); donde entre ellos se entrelazan las parejas, mediante traiciones y engaños. Si bien su marido está con ella, también por momentos parece alejarse, él es melancólico, en parte egoísta, algo egocéntrico y débil como ella; parece que su hija Lili es quien le marca ciertos límites, personaje que interpreta Miranda de la Serna, realizando un personaje bastante creíble. Gran parte de la película se desarrolla en exteriores, construida con largos planos secuencia, con bastante luz natural, dándole mayor fuerza a las escenas, con muchas caminatas esto va generando reflexiones e ideas, se va siguiendo a varios personajes, notamos que Giralt es un apasionado del cine de Gus Van Sant, Ingmar Bergman, Cassavetes y de actrices como: Ava Gardner, Elizabeth Taylor y Meryl Streep. Se encuentra muy bien narrada, con buenos desempeños actorales y una excelente actuación de Rivas, (alguna recordarán también en “Por su culpa”) que se encuentra a la altura de las actrices más arriba mencionadas, su trabajo es muy creíble, te va metiendo en cada situación, contiene un humor ácido, hay también tensión, ansiedad, y dolor; pero para ver esta historia hay que tener cierta sensibilidad y un gran interés por el teatro y el cine.
Basado en la novela histórica de Dalmiro Sáenz cuenta con las actuaciones de Juana Viale, Adrián Navarro, Esteban Pérez, Juan Ignacio Bianco, Elio Marchi, Sebastián Pajoni, Leila María, Fernando Margenet, Claudio Rissi y Ricardo Bertone; Filmada en escenarios naturales de Córdoba y San Luis. Este relato quizás nos podría ayudar a conocer un poco mas de nosotros, sobre los orígenes argentinos, (aunque les recomendaría mas leer un buen libro de historia), en esta nos encontramos en el siglo XIX, todo comienza en 1807 cuando Clarita (Juana Viale), hija de una acaudalada familia, se enamora de Clorindo (Bianco) y deja todo para acompañarlo, pronto este se convierte en desertor de los Patricios, ella queda embarazada y su marido muere en combate. A partir de ahí decide darle otro futuro a su hijo llamado Clorindo, se refugia en una colonia inglesa y al parir fallece. A partir de esto, irán apareciendo los descendientes de esta familia, y junto a ellos nos llevan a la Batalla de Curupaytí, la denominada Conquista del Desierto y otros acontecimientos; donde irán apareciendo las pasiones, las traiciones y una venganza que lleva 50 años. La película seguramente fue realizada con las mejores intenciones, muchas personas trabajaron en ella, podemos destacar algunos de los rubros técnicos, la música de José Luis Castañeira de Dios, y en fotografía Ricardo De Angelis. Basada en la novela histórica de Dalmiro Sáenz (poco aprovechada), y bajo la dirección de Carlos Galettini (“Convivencia”en 1993, la cinta ganadora de un Cóndor de Plata protagonizada por José Sacristán, Luis Brandoni y Betiana Blum). Algunos fragmentos de la película resultan poco creíbles, reiteradamente va y viene en el tiempo (con elipsis temporales, impresas en pantalla), con diálogos recitados, se vuelve aburrida y tediosa, un trabajo de edición y una dirección un poco desprolija, creo que tal vez por querer abarcar cronológicamente tantos años desde 1807 hasta 1898, (desde la Segunda Invasión Inglesa hasta la Conquista del Desierto, pasando por la guerra de la Triple Alianza).Las actuaciones de Navarro, Rissi, Perez (no alcanza), y Viale ( interpreta a dos mujeres de diferentes épocas), se ve muy bella en pantalla, pero todavía le falta a la hora de actuar.
El film que recrea parte de la vida del coronel Jorge Luis Fontana (1846 - 1920) protagonizada por Guillermo Pfening, durante el período que va de 1879 a 1910, con un grupo de soldados exhaustos navega por el Pilcomayo, de su decisión depende la vida de muchos hombres, mostrando los primeros contactos con los pueblos originarios del Chaco, las dificultades planteadas por su doble condición de naturalista y militar y luego para llegar a la fundación de la ciudad de Formosa. Cruzando el monte chaqueño a Salta, lo acompaña el combate, la sequía y la fiebre, todo esto en un territorio desconocido e inhóspito y esto puede tener la consecuencia de desorientarse. Este hombre se encontró con tobas, mocovíes y descendientes de colonos galeses, tuvo que negociar, organizar, debiendo dirigir una expedición colonizadora; y logro convertirse en el primer gobernador del nuevo territorio nacional del Chubut en 1884. (Si leemos un poco mas nuestra historia podemos apreciar que fue bastante compleja y quizás comprender un poco más la actualidad). Viendo este film pienso que estamos transitando por un buen momento, teniendo la posibilidad de ver últimamente tantas películas contando un poco de nuestra historia, fue una buena idea de Stagnaro (cineasta de Casas de fuego, La furia, Un día en el paraíso), de llevar a la pantalla grande un poco de la vida de Fontana, no tan conocido por los libros escolares. Es un filme interesante, logrando buenos encuadres en las escenas de enfrentamientos armados, en una buena recreación de escenarios, personajes y vestuarios, una buena interpretación de Guillermo Pfening (aunque en algún momento suene algo acartonado), por momentos tiene algo de documental, muy buena fotografía de Diego Poleri . Su ritmo por momentos es lento.