Un padre deberá embarcarse en un peligroso viaje en búsqueda de sus hijos, luego de la Batalla de Galípoli durante Primera Guerra Mundial. Estambul mío 1915. Connor es un granjero australiano, quien tuvo que mandar a sus hijos para que peleen en el frente ingles durante el conflicto bélico. Pero los chicos nunca llegaron, y con el paso del tiempo, la relación entre él y su esposa se empieza a deteriorar. Es en el momento más crítico cuando Connor decide ir a Estambul en búsqueda de lo que queda de su familia. Debut con el pie derecho Camino a Estambul representa el debut en la silla de director de Russell Crowe. Estos primeros films de los actores devenidos en realizadores, suelen ser declaraciones de intenciones de cara a su futura carrera como tales. Tenemos el ejemplo de George Clooney, que actoralmente lo vimos hacer de todo (incluso de Batman, argh), pero que a la hora de dirigir films, siempre se nos mostró como alguien preocupado por la política de Estados Unidos. Bueno, en Camino a Estambul Crowe nos propone un viaje (tanto interno como externo) de un personaje que está al borde de perderlo todo. Pese a que a veces este viaje por las calles y ciudades peca de ser inverosímil en el hecho de que todas las personas que se cruzan con Connor son nobles y de buen corazón, Crowe (que también es el protagonista) resuelve esto con bastante muñeca tanto desde el lado del personaje como desde la historia. Por un lado el guión no se detiene a dar muchas explicaciones, avanza constantemente y lo hace rápidamente, haciendo que el espectador no se detenga muchas veces a preguntarse qué es lo que acaba de pasar o como tal personaje se zafó de una situación peligrosa. Esto ayuda bastante a la dirección de Crowe, porque le da tiempo para retratar en simultaneo lo laberíntica que es Estambul, y parte de su cultura, pocas veces filmada en el cine moderno. También su muñeca y experiencia como actor hacen creíbles algunos momentos bastante forzados como una conveniente amistad con un oficial turco, o el casi obligatorio romance que nos meten en la película; donde Olga Kurylenko no puede aportar mucho más que su bella cara y alguna sonrisa. Acá para mi hay un pifie de guión, porque su personaje podría haber sido desarrollado un poco más en post de volver creíble esta historia. Y lo mismo se podría haber dado con el militar ya citado. Conclusión Camino a Estambul es un buen debut como director de Russell Crowe. Pese a que la película no propone nada nuevo, y que tiene algunos fallos de guión, se hace amena y entretiene, y en sus casi dos horas de duración nunca se nos va a hacer pesada. También podríamos decir que el film es una especie de resumen de la carrera del propio Crowe como actor; tiene cosas muy buenas, otras a las que uno le tiene que hacer la vista gorda para no ponerse en quejoso, pero así y todo está lejos de ser algo malo.
Rebecca es fotógrafa, pero no de cualquier cosa; se dedica a retratar imágenes en lugares limites, en países africanos con golpes de estado o divididos en guerrillas, como también del medio oriente donde los fanáticos religiosos se inmolan matando cientos de víctima. Así es como pasa la mayor parte de su vida, cosa que la llevará a tener que decidir qué es más importante para ella, si su profesión, o la familia que formó y que está a punto de perder. Esta película puede ser bastante tramposa a la hora de leer la sinopsis, y luego sentarse a verla. Estoy seguro que la mayoría de ustedes, después de leer de qué trata el film, pensarán que estamos ante otro film de esos “golpebajistas” donde vamos a ver gente de diferentes etnias masacradas y asesinadas por malos malosísimos, mientras nuestra heroína blanca fotografía todo jugándose la vida. Bueno, hay algo de eso, pero en realidad el asunto va para otro lado. Principalmente vemos una mujer que se nota que hace tiempo perdió el rumbo de las prioridades en su vida. De hecho, su esposo más de una vez le dirá “lo haces por la adrenalina”. Quienes a principio de año vieron Francotirador, acá van a encontrar un enorme paralelismo entre aquel soldado que llevaba la guerra a su casa y se sentía mas cómodo con el rifle que con su esposa, y esta mujer que prefiere esquivar balas y bombas mientras toma fotos, en lugar de pasar tiempo con sus hijas. Parte de que ambas tramas funcionen bien, se debe a la actuación de la hermosa Juliette Binoche, quien con una interpretación bastante medida, casi sin tener diálogos largos, nos trasmite esa lucha interna de su personaje, que disfruta tanto de sus hijas, como del peligro. Por desgracia, el resto del elenco no acompaña de la misma forma. A Coster Waldau cuesta aún verlo fuera del personaje de Jaime Lannister de Games of Thrones; mientras que el rol de las hijas, si bien la que interpreta a la mayor cumple, la menor se hace bastante molesta de a ratos. De todas formas, pese al mérito actoral de Binoche, lo que más destaca de esta realización es el guión. En especial porque hace convivir las dos tramas de forma orgánica, con una dándole pie a la otra y viceversa. Mil Veces Buenas Noches en ningún momento trata de bajar una línea de pensamiento, solo muestra a una persona desbordada. Es una lástima que Mil Veces Buenas Noches saliera dos años después de su estreno, ya que quizás muchos de los lectores ya la vieron, o pasará desapercibida en cine, pese a que ya pasó bastante el furor por los guerreros del camino, los superhéroes y los fanáticos de las carreras. Por desgracia, quien más discreto pasa es el director, que no muestra nada relevante en cuanto a dirección, haciendo que la película no sea un poco mejor de lo que ya es, y solo se sustenta en la actuación de la actriz principal y la historia (que tampoco es poca cosa). En conclusión, Mil Veces Buenas Noches se muestra como lo mejorcito que ofrecen las salas argentinas en este momento en cuanto a films no mainstream, además que nos muestra una gran actriz que sigue más vigente que nunca. Algo que debería pesar a la hora de tenerla como opción a la hora de ir al cine.
Luego de que su padre sufra una segunda embolia, Mario lo lleva a su casa y empieza a deambular por el lugar. Sin proponérselo, da con un libro donde se relata el pasado de su papá como Montonero en Argentina. Así es como Mario deberá investigar, en esos años de lucha clandestina de su padre, para averiguar su verdadera identidad. Estamos ante quizás uno de los films argentinos más ambiciosos de los últimos años, en cuanto a temática. Sí, todos amamos Relatos Salvajes y su humor, pero ésta película propone un viaje al interior de la propia alma de Argentina, en su momento más oscuro. Para quienes no sean de dicho país, les cuento que el grupo Montonero luchó desde la ilegalidad, contra el maltrato laboral en las empresas, previo al golpe de estado por parte de los militares en 1976, y luego contra el gobierno de facto que hacía “desaparecer” a cualquiera que osara pensar distinto. Es así, como la mitad de la película se centra en esa época, con un joven Miguel (Chino Darin) tomando parte de dicho conflicto, acompañado de su amigo Pacho, y con el amor de su vida, Diana. Mientras, en la otra mitad (y con la que van alternando las dos tramas), vemos a Mario leyendo el libro junto con su ex pareja, ambos intentan indagar en la frágil memoria del viejo Miguel (un excelente Miguel Ángel Solá). Es así como Mario, no solo buscará saber el pasado oculto de su padre, sino su propia identidad, y a la vez viejos sentimientos surgirán entre él y su antigua novia. Pese a lo que pueda parecer obvio, en lo personal me pareció mucho más interesante la trama que sucede en España, con el hijo buscando que fue de su madre, y reviviendo un viejo romance. No solo por el desarrollo de ésta, que se va dando de forma mucho más orgánica y paulatina, sino que también está mejor actuada, con un Solá que se devora cada fotograma en la que aparece. Por desgracia, la trama montonera pese a que también se va dando de a poco, cae en el cliché más de una vez. Quizás, para el público fuera de Argentina le parezca algo nuevo y guste bastante más, pero para quienes nacimos en dicho país, conocemos la historia y no se nos muestra nada nuevo, de hecho peca de efectista, y peor aún, no hay que mirar demasiado o escuchar tanto para ver y oír cosas fueras de contexto. Y si nos remitimos a cómo está interpretada, pierde bastante contra la trama de los adultos. Pese a que tanto Marco Antonio Caponi (Pacho) y la bella Carla Quevedo (Diana) cumplen con su papel, el protagonista de esta historia, el Chino Darin, esta un escalón por debajo de sus compañeros de elenco o de “historia”. Una pena, porque dicha parte es el grueso del film. 1imagen Por suerte, tanto la dirección de Diego Corsini, como el guión (con Corsini como co guionista) sabe ir alternando entre una historia y la otra, por lo que rara vez la película en si se pone densa (aunque en el tramo final pareciera que el film es más largo de lo que en realidad es). Pasaje de Vida hubiera sido una interesante película que retrata la lucha montonera, y a la vez, la pérdida de identidad. Pero el flojo trabajo de guión en uno de sus arcos argumentales, que además también padece la poca calidad del actor principal, echan por tierra un film que podría haber sido muchísimo más redondo. Entretiene, no es mala, pero tampoco pasará a estar entre lo mejor del año (lejos está de serlo).
La soledad en la vísperas del cumpleaños, será la excusa para que dos almas solitarias crucen su camino en una noche mágica. Noches de soledad Una señora mayor se siente sola en las horas previas a su cumpleaños, por lo que asiste a un club de jazz con la esperanza de encontrase a un amigo que jamás llegará. Pero si encontrará al pianista de la banda. Misterioso, seductor; y pronto empezará una noche de coqueteos entre ambos. Por las noches la soledad desespera Sinceramente no sabía demasiado sobre esta película, más que un poster genérico en las salas de cine que vaticinaba una historia de gente grande que se enamora (y Guillermina Valdez). Quizás el hecho de no saber nada previamente, me hizo entrar de lleno en la historia de esta mujer sola y frustrada en la vida, con muchas heridas aun sin cerrar y una clara desconfianza a arriesgarse con algo nuevo. Por este personaje, es que funciona tanto el interpretado por Luis Brandoni, quien a leguas sabemos que es un mentiroso empedernido, un antiguo seductor ya retirado de las pistas, pero que queda maravillado por la nostalgia que desprende Nina (Graciela Borges). En cualquier trama de amor, un personaje como Goodman (Brandoni) sería poco creíble y hasta ridículo, pero por el tono poco realista que tiene la película, uno compra. Ayuda bastante la decisión del director Maxi Gutierrez de que durante gran parte del film suene música (quizás demasiado alta, compitiendo con la trama) así como también la fotografía que utiliza, jugando con el fuera de foco varias veces, o la iluminación que simula durante buena parte, ser solo de velas (esto se justifica a través de la historia). De todas formas si la historia es amena, es gracias a la química que hay entre los dos actores principales, que muchas veces más por su muñeca que por merito del guión, hacen creíbles bastantes diálogos que en boca de otros intérpretes quedarían como un momento ¿WTF? ¿¡Pero quién dice eso!?. Conclusión Tokio es una peli chiquita, que claramente apunta a un público en particular. En especial a aquellas personas que tienen ganas de volver a creer en el amor, ya sea conociendo a alguien nuevo, o reencontrándose como pareja. Lejos de lo que llego a ser Elsa y Fred (que además era para gente ya mucho más grande), Tokio es amena, simple, sencilla y no demasiado pretenciosa. Algo que en el cine argentino no suele verse últimamente.
Un trío de chicos que viven literalmente en la basura, encontrarán sin quererlo pruebas que harán tambalear a los políticos y policías de Brasil. Lo que el rico tira, el pobre lo recoge Raphael, Gardo y Rata son tres niños que viven en el medio de los basurales a las afueras de Río de Janeiro. Un día, mientras buscan entre las montañas de desperdicios, encontrarán una billetera que contiene pruebas de los chanchullos en los que anda metido el futuro alcalde de la ciudad. Ahora el trió de nenes deberá escaparse de la corrupta policía mientras intentan desenmascarar todo lo que pasa. Gusto a repetido Brasil, pobreza, chicos; si todos pensaron en Ciudad de Dios, van bien rumbeados porque este film toma muchísimo del tono de esa cinta ya de culto dirigida por Fernando Meirelles. Y si le agregan una pizca de Slumdog Millionaire, tendrán Trash. Por un lado tenemos una trama que nos muestra lo menos lindo y glamoroso de Brasil, cientos y miles de personas viviendo peor que en villas, donde literalmente comen basura; y donde la policía corrupta está en función de quien les paga por debajo. Pero muchas veces este realismo que intentan mostrarnos, desaparece en algunas situaciones forzadas que viven tanto el trió principal, como quienes los ayudan (específicamente el personaje de Rooney Mara). Hablando de Mara, y también de Martin Sheen; si bien la trama se esfuerza por integrarlos de forma orgánica al relato, y de a ratos funciona, uno siempre se queda con la sensación de que la presencia de ambos fue pura y exclusivamente para poner actores conocidos y vender la película al resto del mundo sin que sea una obra 100% brasilera. Pero esto queda empequeñecido por el trió protagónico. La verdad que los tres chicos derrochan carisma por todos los poros, y por suerte casi siempre los vemos en pantalla de a dos o a los tres juntos; así que su trabajo opaca totalmente al resto del elenco. También cabe destacar el papel de Selton Mello como el jodidisimo jefe de policía, quien es el villano de la película. Pese a que su personaje es medio genérico (oficial malo malvado sin escrúpulos que abusa de su autoridad), el actor de todas formas se las arreglas para componer a alguien totalmente odiable y hdp desde el primer minuto en pantalla. Conclusión Trash: Desechos y Esperanza es una buena película que muestra la otra realidad de Río De Janeiro. Cualquiera sabe que no todo es playa, hermosas mujeres, futbolistas expertos y diversión; pero pocas películas de las que se filman (y menos aún las que nos llegan) deciden mostrarlo. Quienes disfrutaron de la ya nombrada Ciudad de Dios, encontraran una cinta bastante parecida, que pese a no ser tan redonda como la anterior (en especial por lo forzadas de algunas situaciones), no saldrán decepcionados del cine a la hora de buscar una alternativa no del todo pochoclera.
Un adorable gatito une fuerzas con un conejo, un ratón y otras extrañas criaturas, para defender su nuevo hogar. En casa de mago, varita encantada Trueno es abandonado por su familia en plena mudanza. Luego de deambular por la calle durante horas, llega a un enorme caserón al que los animales de la zona temen. Dentro encontrará a un viejo mago dispuesto a darle un nuevo hogar; que nuestro querido felino deberá defender con uñas y pelos junto a sus nuevos amigos. Animación a lo belga Es extraño que en las salas argentinas nos lleguen esta clase de films animados, que no son de Pixar, Disney o Dreamworks. Más raro aún es cuando el país de origen es Bélgica, lugar desde donde en general ni su cine de ficción nos llega. Y por eso sorprende aún más que cuando se da, sea una animada. Si bien se nota que no tienen la tecnología de punta de las productoras ya citadas, tampoco tienen demasiado que envidiarle para el estilo de relato y tono que se decidió contar. Quizás si molesta demasiado el abuso de escenas forzadas para sacar cosas de la pantalla y justificar la plata de mas que sale verla en un 3D que no suma demasiado. La historia es ultra conocida y usada, donde un animalito X termina como el líder de la resistencia de su nueva familia/hogar contra un malo genérico que los quiere desterrar o matar. Esto por lo general molestaría a cualquier espectador, si no tenemos en cuenta el tono general de la película. Ya desde el primer minuto, donde Trueno habla (acá todos los animales hablan entre sí, pero no con los humanos), nos damos cuenta que es una película animada, pensada y realizada específicamente para los más chicos de la casa. Olvídense ver un film estilo Rango, donde los animales hablan, pero el espectador más adulto nota mil y un referencias a la cultura pop actual o diálogos y situaciones con doble sentido; acá los más grandes se van a aburrirse bastante, pero estoy seguro que a los más pequeños les va a gustar. Tampoco busquen gags muy elaborados, ya que todos se limita a humor físico de caídas, tropezones, sustos y mas caídas. Conclusión Poco se puede analizar Trueno y la Casa Mágica, ya que es una película que apunta a chicos de cinco años, diez como máximo. Y eso es algo de lo bueno que tiene, que es honesta consigo misma y no quisieron hacerla para todo el público, sino para los nenes; y si uno la mira así, el film funciona. Si querías ir a ver Avengers: Era de Ultron, pero tus hijos son demasiado chicos para aguantarse casi tres horas en el cine, o para engancharse con esas películas, acá esta la opción perfecta para ir a distraerse por lo menos durante hora y media.
Una comunidad de amish vive pacíficamente, pero con el temor latente de que se cumpla una vieja profecía, que asegura que de un grupo de bebas nacidas hace dieciocho años, cuando una de ella cumpla la mayoría de edad, será la reencarnación del diablo. Y casualmente el grupo de ahora adolescentes está a días de que todas lleguen a esa edad. El cine de terror no atraviesa su mejor momento, y esto lo sabe cualquiera que mire regularmente cine, sin ser un experto en el tema. Por eso, hay que estar atento muchas veces a producciones pequeñas, que quizás al tener menos recursos económicos, ofrecen algo distinto desde la trama. Por desgracia, éste no es el caso. Sin ser una mala película, Donde Se Esconde El Diablo adolece de la falta de un mayor presupuesto que se nota que no tiene. En especial a la hora de haber contado con un mejor elenco o un director más diestro a la hora de filmar este género. Ahí tenemos al pobre Rufus Sewell, intentando cargarse la película a sus espaldas, pero lamentablemente es el único que sale bien parado del reparto. Alycia Debnam Carey, y el resto de las chicas del grupo protagónico, la verdad que son muy lindas pero actoralmente muy poco ofrecen, incluso para una película como esta. Si a eso le sumamos que Jennifer Carpenter está desperdiciada en un rol donde solo se limita a poner cara de enojada todo el film, poco se puede rescatar de este apartado, salvo el ya nombrado Sewell. También mencioné el hecho del director, que no aporta demasiado. El danés Christian Christiansen (juro que se llama así, no es chiste) ofrece una dirección genérica, plana y sin personalidad. Si bien la historia no es nada del otro mundo, en manos de alguien más competente como un James Wan, podría haber sacado mejor partido a lo que se tenía previamente a nivel guion. 2imagen Quizás lo más destacable sea eso mismo, una historia sencilla que en ningún momento disfraza sus falencias, o se pone más pretenciosa de lo que en realidad puede ofrecer. De hecho, con algunos retoques, y sin determinados giros forzados de guion (una mala costumbre en este género), se podría haber hecho algo mucho más destacable dentro del terror de corte más independiente. Donde se Esconde el Diablo es una película que a la legua se nota que fue pensada para el formato dvd/blue ray y no para su estreno en cine. De otra forma no se entiende cómo se contó un presupuesto tan reducido, que se queda en evidencia a la hora de no haber podido contar con gente mucho más competente, tanto delante como detrás de cámara. Mientras, el cine de terror en general sigue agonizando, y en lo que va del año muy pocas películas se destacaron. Una pena para un estilo de cine que dio grandes clásicos en su mejor momento.
Rusia, pleno régimen Stalinista. Leon Demidov es el mejor investigador de su región. Luego de encontrar a un traidor ruso, se le encomienda la misión más difícil de su vida, investigar a su propia esposa. A medida que Leon y su amada Raisa son degradados a un pueblo olvidado; da de lleno con un asesino serial de niños. El problema es que, como reza la frase, Rusia es el paraíso, y en el paraíso no hay asesinatos. Tengo que serles sincero, le tenía muchas ganas a esta película, y quizás mi opinión se base más en la decepción que me dio que algo mucho más objetivo. Y creo que cualquiera, al ver el tráiler de un policial ambientado en la Rusia socialista donde en el reparto tenemos a gente como Tom Hardy, Gary Oldman o Vincent Cassel; espera como mínimo una buena película y de ahí para arriba. Lamento decirles que no es así. No leí la novela en que se basa este film, así que no sabría decir si es culpa del material original, o si el guionista se vio desbordado por tantos sucesos que pasan en la trama, y por eso parece no saber qué hacer con las (por momentos bastante largas) dos horas de duración de la película. El mayor problema que tiene es el guion, es que no define a cuál de sus dos grandes tramas darle prioridad. Por un lado tenemos la degradación de Leon en el régimen, donde siempre se nos muestra claramente que es debido al odio y la envidia que siente un soldado de rango similar por él y sus amigos. Y por otro lado, está la historia del asesino serial, la investigación de averiguar quién es, todo de forma clandestina debido a que la ideología socialista no admitía homicidios dentro de sus fronteras. Y por eso mismo, el final (sin entrar en demasiados detalles) resulta tan anti climático y forzado. Y todos sabemos que cuando el final falla, la imagen general del film se desdibuja bastante. En una historia así, poco puede hacer un elenco que además no se luce como uno suponía. Tom Hardy sabemos que rinde en casi cualquier papel que se le ponga, y pese a que su acento ruso parece forzado al principio, uno se termina acostumbrando. Gary Oldman no desentona, pero la verdad es que, al menos yo, de este actor siempre espero un plus que acá no da. Si son fanáticos del ya nombrado Vincent Cassel, no se ilusionen porque lo van a ver en pantalla poco y nada. Quizás sea Noomi Rapace la que logra sacarle algo de provecho a su personaje y a la sub trama que la tiene como protagonista. 2imagen Es una pena que Crímenes Ocultos sea tan irregular, porque es una película con un enorme potencial desde la historia y el reparto, pero por alguna razón parece que todos los involucrados hubieran hecho la película para pasar por caja, cobrar el cheque e ir a proyectos que les interesara más. En una época donde el cine está lleno de superhéroes o expertos conductores de autos que desafían las leyes de gravedad, Crímenes Ocultos podría haber sido la mejor opción para el que quería ver algo diferente, pero termina quedándose en un film del montón, de esos que a fin de año nadie va a recordar. Una pena.
Después de que su matrimonio solo durara seis días, y que su madre muriera en un accidente de autos, Paul se siente más solo que nunca; por eso se aferra a su única hija, mientras ambos tienen que viajar a Las Vegas, a la Conferencia de Oficiales de Seguridad. Así es como él está más pendiente de dar el discurso inicial de la conferencia, Paul se verá involucrado con peligrosos ladrones de arte que eligieron el hotel equivocado para robar. Si, si pensaste que cómo es que se había llegado a filmar la primera parte (que en nuestro país no pasó por los cines), sorprendete al ver que alguien pensó que era buena idea hacer una continuación. Así es como Kevin James desprenderá todos sus recursos como comediante, que incluye golpearse constantemente, jugar con su torpeza física debido a su gordura, pero también mostrar cierta agilidad para bailes ridículos al son de mover la panza. Bah, lo que viene haciendo desde que lo conocimos en el cine. 1imagen Y acá me gustaría hacer un párrafo aparte sobre Hollywood. Su pensamiento de que la gente gorda es graciosa por naturaleza. Da vergüenza ajena ver a gente como Kevin James, Rebel Wilson o Melissa McCarthy repetirse en papeles del gordito simpático bonachón, torpe físicamente. Hay casos como el de Zach Galifianakis (aunque ahora esta flaco), que mostró que se puede hacer comedia teniendo sobrepeso, sin la necesidad de recurrir a los mismos chistes. Pero bueno, es un largo debate para otro post. Retomando a la película, aparte de la constante torpeza de James, el film juega con los ninguneados, que son constantemente la gente de seguridad de los shoppings. Así que si usted querido lector trabaja de eso, a menos que tenga muchas ganas de reírse de sí mismo, evítela, porque chistes que sí funcionan, se hacen repetitivos sacándole efectividad a cada momento en donde los usan. Y el gran culpable de repetir los gags hasta el hartazgo, es el propio James. Como pasaba en la primera entrega, acá también es co guionista, por lo que no solo se vuelve bastante insoportable en pantalla, fuera de ella también. Paul Blart (Kevin James) with Gino Chizetti (Vic DiBitetto) , Khan Mubi (Shelly Desai), Donna Ericone (Loni Love) and Saul Gundermutt (Gary Valentine) take on the art thieves in the grand hallway in Columbia Pictures' PAUL BLART: MALL COP 2. Paul Blart (Kevin James) with Gino Chizetti (Vic DiBitetto) , Khan Mubi (Shelly Desai), Donna Ericone (Loni Love) and Saul Gundermutt (Gary Valentine) take on the art thieves in the grand hallway in Columbia Pictures’ PAUL BLART: MALL COP 2. Con un panorama tan negativo, el director Andy Fickman poco puede hacer más que poner la cámara en el lugar previsible y ya. Atado a un guion tan plano, que poco propone, desde los gags o a contar algo por debajo de la historia visible, el trabajo de dirección se queda limitado a algo genérico y sin personalidad. Si bien tampoco hablamos de alguien que tenga muchos pergaminos, vale aclarar que la culpa de que la película sea tan pobre no es del director. Poco queda para destacar de Héroe del Centro Comercial 2. Si bien hay momentos donde de verdad causan gracia los chistes, estos suelen ser mas de dialogo que de acción, por lo cual si no se está atento, uno solo se quedara con los constantes golpes y la torpeza de Paul; es decir, con un humor que atrasa cuarenta años.
Afshin es un niño iraní. Ama el arte y en especial la danza, pero en dicho país estas expresiones culturales están prohibidas. Ya como adulto, mientras estudia en la universidad y milita en un partido político mucho menos conservador que el actual, decide bailar clandestinamente con sus compañeros. Así es como surgirá la idea de dar un show de baile en pleno desierto para evitar ser encontrados. Basada en un hecho real, esta película es rara de analizar, ya que cuenta varias cosas a la vez, que independientes podrían haber dado un film muy sólido, pero como suele pasar cuando se relatan muchas cosas, todo se empasta y no sale nada en concreto. Por un lado tenemos el sueño de Afshin, de volverse un bailarín mundialmente famoso, pero con el problema de haber nacido en un país que prohíbe casi todas las muestras culturales y de libre pensamiento. Obviamente, entrarán en la trama las policías morales que andarán a la caza de estos artistas. 1imagen El problema es la sub trama secundaria, donde Afshin también milita en el partido político opositor al que gobierna el país, y que se muestra bastante más liberal. Esto no tendría nada de malo, salvo por el detalle de que las dos tramas son muy fuertes y compiten entre sí, restándole peso una a la otra, y quitándole tiempo de desarrollo a ambas, que terminan notándose un poco pobres con respecto a su potencial. Si a esto le sumamos que el protagonista se enamora de una compañera adicta de la universidad, a la que intenta recuperar de las drogas mientras trata de llevar a buen puerto el romance, ya estamos hablando de demasiadas cosas para un film que apenas dura más de una hora y media. De todas formas no es una mala película, ya que nos muestra una realidad bastante ajena a la nuestra, y que aunque parezca raro, no se sitúa hace medio siglo, sino apenas hace una década; y además, vuelvo a decir, está basada en un hecho real (veremos al verdadero Afshin en el film). A esto hay que agregarle que el plantel actoral cumple bastante bien. Quiero destacar en especial a los integrantes de la policía moral, ya que no caen en la obviedad de los malos genéricos; es creíble verlos comportarse así, ya que están abalados por la propia ley para reprimir sin medir el uso de la fuerza. 2imagen Pero también destaca el protagonista, en especial en las escenas de danza, donde la verdad se luce y es lo mejor que ofrece la película (los secundarios también acompañan bien). Bailando por la Libertad (Desert Dancer el nombre original) es una película que cumple con su propósito de mostrarnos una realidad en concreto, pero como película falla especialmente por lo poco balanceado que esta el guión y la sobredosis de tramas que tiene para el poco metraje que posee. De todas formas, se muestra como buena opción para aquellos que no quieran ver a poderosos súper héroes o avilés conductores de autos.