La Momia, de Alex Kurtzman Por Jorge Bernárdez Hace unos años alguien en los estudios Universal decidió que era buen momento para reflotar algunos viejos títulos que aún a sus dominios y así volver a traer a las pantallas esas viejas glorias. Entre los títulos a reflotar se encontraban Dracula, Frankenstein y otros tantos personajes del mundo de terror gótico. La operación de rescate de esas antiguas glorias incluía una vuelta de tuerca entre audaz y demencial: acercar esos personajes al mundo del cómic y si fuera posible, directamente transformarlos en superhéroes. Digamos que en esa búsqueda cayeron destrozados por el fuego amigo desde Dracula y El hombre lobo, hasta Frankenstein. Todos fueron vistosos bodrios, con algunas estrella y cantidades desmedidas de efectos especiales. La momia que se estrena esta semana en Buenos Aires forma parte de esta operación, salvo que en esta ocasión lograron subir al proyecto nada menos que a Tom Cruise, ponerle al lado a Russell Crowe, con resultados bastante óptimos. Un aventurero cabeza fresca y algo descuidado, llega a Irak en el medio del conflicto que lo agita dese hace ya más de veinte años para encargarse de una misión arqueológica que lo va a llevar a intentar robarse una tumba egipcia. Hay que decir que existe algo mas oscuro y profundo detrás del ánimo aventurero. La intención de hacer una operación sobre el origen de la maldad. Tras casi una hora de acción que no se detiene, llega el momento en que el personaje detrás de toda la operación de revela como un científico ocupado en ese asunto de apellido Jekyll. En fin, la película es un poco indecisa y coquetea con distintos géneros a lo largo de la hora cuarenta de duración. Hay zombies. hay religiones comparadas y hay una cantidad importantes de efectos especiales. Tom Cruise es básicamente un actor perfecto para esta clase de films y esta nueva operación acaso logre hacer olvidar a los anteriores malogrados monstruos. Poco antes de este estreno, ya se había anunciado la creación del sello Universal Dark, año para el que se espera el regreso de este personaje maldito. Mientras tanto, hay que disfrutar de esta divertida y poco pretensiosa versión de La Momia. LA MOMIA The Mummy. Estados Unidos, 2017. Dirección: Alex Kurtzman. Guión: David Koepp, Christopher McQuarrie y Dylan Kussman. Intérpretes: Tom Cruise, Annabelle Wallis, Sofia Boutella, Russell Crowe, Jake Johnson, Courtney B. Vance, Marwan Kenzari, Stephen Thompson, James Arama, Matthew Wilkas. Producción: Alex Kurtzman, Chris Morgan, Sean Daniel y Sarah Bradshaw. Duración: 107 minutos.
Colossal, de Nacho Vigalondo Por Jorge Bernárdez Cuenta la historia que horrorizada por el resultado de la versión cinematográfica de Los miserables, un verdadero mamotreto insufrible, Anne Hathaway sufrió una especie de crisis profesional que la llevo a tomar distancia de un Hollywood que por inercia, la llevaba hacían un camino que no la convencía en términos profesionales y el paso siguiente fue leer guiones que no fueran tanques o fórmulas probadas. Quizás la historia esté un poco armada y Hathaway sencillamente haya buscado proyectos que pudiera financiar, al fin y al cabo en esta época las estrellas son muchas veces las que permitan que los proyectos funcionen. El asunto es que llegó a sus manos la historia de un director español que era poco menos que una locura en términos de viabilidad para ser filmado, pero que a la actriz la fascinó desde la primera a la última página. Nacho Vigalondo escribió en principio un guión que se llamaba Santander y que era una película de monstruos al estilo de Reptilicus (Poul Bang, 1961) que transcurría en España. Pero claro, una vez que empezó a negociar la financiación, apareció el nombre de Anne Hathaway y la locación se trasladó a Seúl y como la actriz se encaprichó en sostener la historia del guión hasta las últimas consecuencias, las productoras no pusieron objeciones. A esta altura Colossal necesitaba una pata más, un actor que pudiera ser un típico muchacho americano afable y querible pero que pudiera esconder un verdadero miserable, golpeador y capo de la barra de la esquina. El elegido fue Jason Sudaikis y así la película se hizo realidad. Así que hoy llega a los cines de la Argentina un film que ha acumulado premios y elogios desde su primera proyección. Gloria (Anne Hathaway) es una periodista un poco detenida en su carrera, con una vida un tanto agitada que determine que su pareja la eche de su casa por digamos, sus reiteradas faltas. Con el bolsito al hombro, Gloria abandona Nueva York y se va a su pueblo natal a la casa de su infancia para dejar pasar el tiempo y activarse de nuevo. En ese proceso se cruza con Oscar (Jason Sudaikis), un viejo amigo con el que vuelve a conectarse y que termina dándole trabajo en su bar. Hasta acá tenemos el comienzo más o menos clásico de una comedia, sin embargo, es justo en este punto en que Colossal se deforma. Porque mientras tanto la protagonista está en pleno proceso de recuperación, en la capital surcoreana de la nada aparece un monstruo y destruye la ciudad, mata gente y pone en jaque al mundo. Lo cierto es que Gloria no tarda mucho en comprender que ese monstruo a miles de de kilómetros está conectado con ella, tanto que aparece cuando ella duerme, tiene los tics de ella y deambula sin dirección. Como ella. Entonces la comedia de fórmula deviene en inquietante y los personajes pierden la frescura inicial para dar paso a su procesos internos. No vamos a contar nada de la trama pero sí advertir que Vigalondo se las ingenio para usar a un monstruo como vehículo para hablar de la oscuridad y lo siniestro que anida en los seres humanos y para tratar el tema de la violencia de género y de las relaciones humanas en dos formatos tradicionales: la comedia romántica y las película de reptiloides, este último casi un genero en sí mismo made in Oriente. Hathaway se luce y Sudaikis más, demostrando qué pasa cuando se confía en un gran comediante para que desarrolle como intérprete su costado más oscuro y desagradable. Colossal logra que convivan en una película el sentido de la comedia más clásico, el ánimo destructivo de la película con reptiloides del cine japonés o coreano y un tratado sobre la violencia de género. Es imposible no recomendarla y desear que la gente la descubra entre tanto tanque y tanto superhéroe. COLOSSAL Colossal. España/Canadá, 2016. Dirección y Guión: Nacho Vigalondo. Intérpretes: Anne Hathaway, Jason Sudeikis, Dan Stevens, Tim Blake Nelson, Austin Stowell, Hannah Cheramy, Nathan Ellison, Sarah Surh, Melissa Montgomery, Christine Lee. Producción: Zev Foreman, Nahikari Ipiña, Russell Levine y Dominic Rustam. Distribuidora: Energía Entusiasta. Duración: 109 minutos.
Madraza, de Hernán Aguilar Por Jorge Bernárdez Acción, violencia, drogas, humor en un salvaje marco natural: la Capital Federal y la villa. Madraza llevó cuatro años de producción y de filmación, muchos de los involucrados en la historia tenían poca confianza en que llegara a terminarse, pero como si fuera una historia de esas que se cuentan y uno no termina de creerse, los responsables de la película y su elenco lograron convencer a Disney para que a través de una de sus empresas financiara parte de la producción y así llegar a estrenarse en un centenar de salas en este jueves 25 de Mayo. Matilde (Loren Acuña), ve como hieren a su pareja en plena calle. El buen hombre muere en la sala del hospital y Matilde se niega en principio a declarar contando quienes fueron los responsables del asesinato. Sin embargo el detective encargado de investigar el caso logrará sacarle a Matilde un identikit del asesino y así empieza una trama policial, que la lleva a Matilde a convertirse en la vengadora de la muerte de su hombre. En el medio hay una trama de transas, policías y corrupción generalizada que harán que el espectador no se aburra en ningún momento. Si el detective que protagoniza Gustavo Garzón se enreda sentimentalmente con Matilde, lo cierto es que no pierde nunca su olfato policial, así que la sangrienta venganza de la mujer está constantemente en peligro de ser descubierta. Digamos que además de la actriz paraguaya y Gustavo Garzón, Madraza completa su elenco con Osmar Nuñez en la piel de un corrupto jefe de policía, Chunchuna Villafañe y Sofía Gala Castiglione, demostrando que le sobra frescura y talento para llevar adelante un papel como el que el director Hernán Aguilar pensó para ella. Madraza es una propuesta novedosa, que muestra una Buenos aires desde el punto de vista de esa ciudad lejos del oropel y de las puestas en escena para conciencias tranquilas- Son las villas miseria, otros lugares de la urbe poco abordados por el cine -la zona financiera por ejemplo-, son los lugares por los que se mueven Matilde, los canas y los transas de las drogas. Hay escenas de marcado realismo y otras en las que el tono de la película alcanza grandes momentos de comedia. MADRAZA Madraza. Argentina, 2017. Dirección y guión: Hernán Aguilar. Intérpretes: Loren Acuña, Sofía Gala Castiglione, Gustavo Garzón, Osmar Núñez, Chunchuna Villafañe, Mónica Ayos, Matías Cabrera, Nacho Giménez, Gabriel Almirón y Claudio Pazos. Fotografía: Marcelo Lavintman. Edición: Anabela Lattanzio y Hernán Aguilar. Música: Guillermo Guareschi. Duración: 97 minutos.
El hijo de Jean, de Philippe Lioret Un francés de unos treinta años dedicado a la mercadotecnia de productos para mascotas en supermercados y grandes tiendas, recibe un llamado desde Montreal que le avisa que su padre, a quien no conoció, acaba de fallecer y que dejó una caja para él. El llamado era apenas para conocer su dirección y mandarle el paquete, pero el hombre decide ir al funeral y de paso recoger la encomienda, algo lo mueve a viajar a conocer a sus medio hermanos y a despedir a ese padre del que solo sabía el nombre. El asunto es que al llegar a Canadá se entera de que la familia del hombre que ha muerto desconoce su existencia. Lo que empieza a allí es una trama inquietante que se maneja a distintos niveles, uno de los cuales es saber cómo tomarán los miembros de la familia canadiense la llegada desde el otro lado del océano de un desconocido que alega ser el hijo de ese hombre que murió pescando en un lago. También aparece una trama policial acerca de las razones de la muerte de ese padre de familia con aventuras. La parte del trhiller es un mcguffin -un recurso que hace avanzar la historia que puede o no ser decisivo para la trama- apenas disimulado en el relato. La película es inquietante y mantiene al espectador en suspenso acerca de si se desarrollará para sellado meramente investigativo y un policial al estilo Agattha Christie. Vale la pena adentrarse en estos secuestros extorsivos con resoluciones un tanto introspectivas.- La película es inquietante y mantiene al espectador en suspenso acerca de si se desarrollará en un sentido meramente detectivesco policial al estilo Agattha Christie o busca otra cosa. Pero más allá de ciertos rodeos, El hijo de Jean es una profunda reflexión sobre las relaciones humanas y el tema de la paternidad. EL HIJO DE JEAN Le fils de Jean. Francia/Canadá, 2016. Dirección: Philippe Lioret. Guión: Natalie Carter y Philippe Lioret. Fotografía: Philippe Guilbert. Música: Flemming Nordkrog. Edición: Andrea Sedlácková. Intérpretes: Pierre Deladonchamps, Gabriel Arcand, Catherine de Léan y Marie-Thérèse Fortin. Duración: 98 minutos.
Mariel espera, de Maximiliano Pelosi En el comienzo de Mariel espera, la protagonista y su esposo están viendo un departamento que parecen estar dispuestos a comprar. Ella se muestra más interesada de lo conveniente si es que piensan regatear un poco el costo, él se lo recrimina, pero está claro que ambos están convencidos de que ese es el departamento que necesitan. Lo que sigue es el relato minucioso de un embarazo que no llega a buen término -el embrión muere en el vientre de Mariel que habla del hijo que ha perdido- mientras que los profesionales que la atienden hablan de perdida, de procesos natural, de que el cuerpo sabe lo que que hace y de que ya verá la forma de expulsar a ese bebé que crecía dentro del cuerpo de Mariel. Mariel es Juana Viale, su esposo es Diego Gentile -el novio de la última historia de Relatos salvajes-, poco y nada importa del resto del elenco, que no son más que figuras que decoran los alrededores de la vida de la protagonista que a partir del momento en que recibe la triste noticia empieza a caer en un evidente pozo depresivo. No está tan mal Mariel espera pero tampoco está del todo bien, de cierta manera ajusticiar una película que vuelca todo el peso de su desarrollo en el protagonismo de Juanita Viale -a la que quizás le falte madurar como actriz-, es como sacarle un helado a un chico de un jardín de infantes. Lo cierto es que pudiendo ser un melodrama, la película elige un tono monocorde que no ayuda al espectador y ni siquiera la pintoresca aparición de Graciela Alfano, como una señora paqueta dispuesta a gastar su fortuna en cuadros de artistas argentinas, saca al espectador de la letanía. Mariel espera pero perdió el embarazo, el espectador espera pero nadie en la pantalla se hace cargo y así pasan los minutos y pasa poco o nada. MARIEL ESPERA Mariel espera. Argentina, 2017. Dirección: Maximiliano Pelosi. Guión: Diego Fleischer y Maximiliano Pelosi. Música: Pablo Sala. Fotografía: Matías Carneiro. Intérpretes: Juana Viale, Diego Gentile, Graciela Alfano, Karina K, Dan Breitman, Claudio Gallardou. Duración: 125 minutos.
Los padecientes, de Nicolás Tuozzo Alguna vez la escritora la escritora Claudia Piñeiro, hablando sobre la experiencia de vender los derechos de sus novelas para el cine, confesó que cuando lo hace se olvida de cualquier pretensión de influir a la hora de escribir el guión. La razón de esa actitud, terminó de explicar la escritora, es que siendo ella guionista profesional había intervenido demasiadas veces en el proceso de destrucción de novelas de otros y que prefería no sufrir en carne propia ese proceso. Gabriel Rolón es el autor de la novela base de Los padecientes y en una de sus múltiples presentaciones de estos días en los medios para hablar de la película, se encargó de hacer saber que él metió mano en la escritura del guión y que le dijo al director Nicolas Tuozzo (Próxima salida, Horizontal/Vertical) que estaba interesado en participar en todo el proyecto. Quizás la participación de Rolón fue más allá de lo razonable y terminó ahogando a la película. Los problemas del relato son de todo tipo, pero los más evidentes son los del guión, que peca de excesivamente literario y poco cinematográfico. Todo está dicho en Los dolientes, incluso lo que es mostrado, es además de mostrado y remarcado con palabras graves, llenas de importancia. Los actores se ven en la obligación de actuar situaciones complejas, mientras lanzan frases llenas de grandes palabras y eso en el cine termina siendo agobiante. El elenco es realidad muy sólido y efectivo pero tiene que lidiar con situaciones que bordean la vergüenza. Dentro de ese panorama, lo mejor de Los padecientes termina siendo Pablo Rago en su papel casi de comedia, aunque no participa lo suficiente puesto para aligerar la gravedad de lo que intenta contar la película. Para más, teniendo en el elenco a la China Suarez, alguien decidió que era negocio mostrar el trasero de Luís Machín y mostrar poco y nada la anatomía de ella. Así las cosas si algo hay verdaderamente padeciente es el espectador. Se hacen cada cosas en su nombre… LOS PADECIENTES Los padecientes. Argentina, 2017. Dirección: Nicolás Tuozzo. Intérpretes: Benjamín Vicuña, Eugenia Suárez, Pablo Rago, Nicolás Francella, Luis Machín, Angela Torres, Osmar Núñez y Justina Bustos. Guión: Marcos Negri, Gabriel Rolón y Nicolás Tuozzo, basado en la novela homónima de Rolón. Fotografía: Félix Monti. Música: Sebastián Escofet. Dirección de arte: Federico Mayol. Sonido: José Luis Díaz. Duración: 116 minutos
La morgue, de André Øvredal En el comienzo de La morgue, un equipo de policías se encuentra tomando pruebas y fotos en el escenario de un crimen, bueno, de varios crímenes en realidad de una casa, con varios cuerpos adentro lacerados, mutilados, golpeados, desgarrados. Las paredes llenas de sangre, los pisos con charcos del mismo elemento. El escenario es macabro y uno de los policías se sorprende ante el hecho de que la casa estaba cerrada por dentro y le dice al resto de los policías y a los espectadores, que da la sensación de que esta gente murió queriendo salir de la casa. Todo el cuadro se completa con un cuerpo que sugestivamente no presenta daños físicos como el resto pero se halla en el sótano a medio enterrar. La policía le pone precinto al escenario del crimen y envía el cuerpo de la mujer a la casa de un médico forense de confianza, mientras que el resto es llevado a otro lado. El forense que recibe el cadáver de la mujer trabaja junto a su hijo y a pesar de que es un poco tarde, ambos comienzan su tarea para averiguar que es lo que ese cuerpo tiene para decir, siguiendo la máxima de los especialistas que dicen que los cuerpos de la víctimas esconden el secreto de su deceso. A partir de ese momento comienza una noche de pesadilla, que terminará develando algunos secretos acerca de como murieron los ocupantes de la casa de la primera escena y pondrá al forense y a su hijo a prueba. La morgue es una muestra de que aún se puede hacer terror con pocos elementos, que aún las casas a oscuras pueden ser un escenario de pesadilla y de que no siempre se necesitan grandes presupuestos y exceso de FX para mantener atento al espectador. Una buena muestra de que el terror como género puede funcionar. Truculento, pero con suspenso, así es La morgue y si uno es de esos espectadores a los que les gusta el género, no hay que perdérsela. LA MORGUE The Autopsy of Jane Doe. Estados Unidos/Reino Unido, 2016. Dirección: André Øvredal. Intérpretes: Brian Cox, Emile Hirsch, Ophelia Lovibond y Michael McElhatton. Guión: Ian B. Goldberg y Richard Naing. Fotografía: Roman Osin. Música: Danny Bensi y Saunder Jurriaans. Edición: Peter Gvozdas y Patrick Larsgaard. Duración: 86 minutos.
Rápidos y furiosos 8, de F. Gary Gray La saga que nadie esperaba que se convirtiera en una saga, llega a su película número ocho, se reinventa y sale indemne después de haber atravesado la tragedia de la muerte en la vida real de uno de sus protagonistas. En el comienzo de esta octava entrega Dominic Toretto (Vin Diesel) se encuentra de luna de miel con Letty (Michelle Rodriguez que en esta película hace buena y no mete miedo). Pero la fama no lo deja tranquilo a Toretto y tiene que responder a un desafío lo que da lugar a una electrizante secuencia por la calles de La Habana. Coches, chicas hermosas en mini shorts y desborde de testosterona. Después de esa presentación, se entra de lleno a la historia en sí y Dominic traiciona a su familia para irse a cometer trapisondas con una ciber terrorista llamada Cypher (Charlize Theron, a la que por momentos parecen haberle puesto más FX en la cara que la que le aplicaron la escenas de acción). Dominic se va detrás de la terrorista y la pregunta que se desprende rápido es: ¿Ustedes no se irían a cometer tropelías con Charlize? Alguna vez Steven Spielberg se quejó de lo enorme que se pusieron la películas de acción, al punto llegó a decir, que a veces son demasiado y la verdad es que por momentos Rápidos y furiosos bordea el exceso y la confusión, pero también es cierto que el director Gary Gray sabe mantener firme el rumbo de la cosa y no es de esos directores torpes que arman un relato que no se entienda nada, por el contrario, en Rápidos y furiosos 8 las escenas de acción están bien armadas y mejor filmadas. Y si la acción no les parece suficiente, ahí están los actores en un elenco multitudinario que va desde la mencionada Charlize Theron y Helen Mirren, Scott Eastwood (el hijo de Clint), Kurt Russell, Jason Strathan y The Rock. Todos están en vena y parecen haberse divertido mucho haciendo la película. Rápidos y furiosos 8 es generosa con los fans, consecuente con la historia de esta franquicia taquillera y claro, deja la puerta abierta para más entregas. Llena de adrenalina y con una lluvia de coches desde el cielo, eso si, que los pisteros del mundo no lo hagan con sus autitos de cabotaje convenientemente tuneados porque pueden salir lastimados. RÁPIDOS Y FURIOSOS 8 The Fate of the Furious. Estados Unidos, 2017. Dirección: F. Gary Gray. Intérpretes: Vin Diesel, Dwayne “The Rock” Johnson, Jason Statham, Charlize Theron, Michelle Rodriguez, Tyrese Gibson, Ludacris, Helen Mirren, Scott Eastwood, Chris Bridges, Luke Evans y Kurt Russell. Guión: Chris Morgan. Fotografía: Stephen F. Windon. Música: Brian Tyler. Edición: Paul Rubell y Christian Wagner. Duración: 136 minutos.
POR TRAYECTORIA Y DE TAQUITO Cuando en 1979 juntaron a Art Carney, Lee Strasberg y George Burns para hacer una comedia en la que tres ancianos robaban un banco, los tres actores era muy reconocidos e incluso Burns, que años atrás había ganado un Oscar por The Sunshine boy escrita por Neil Simon, venía de pegar en la taquilla con una par de comedias muy buenas. El trío era llamativo y por otra parte, era el final del gobierno de Carter, una época conflictiva en lo económico para los Estados Unidos. Así que parece que alguien recordó aquella experiencia, convocó a tres actores experimentados y veteranos que todo el mundo reconoce como grandes en lo suyo y les dijeron si no tenían ganas de volver a hacer aquella película que había sido apenas buena y que muy pocos recuerdan hoy. La oferta debe haber sido generosa porque Michael Caine, Morgan Freeman y Alan Arkin aceptaron. El director de Un golpe con estilo es Zach Braff, un buen comediante que supo protagonizar durante varias temporadas Scrubs, una serie interesante sobre médicos que eludía los lugares comunes de la televisión interesante que rompió un poco la idea de la sitcom y metió agudeza, melancolía y algo de humor negro. Sin embargo aquí Braff no pudo eludir la medianía. Con los tres actores haciendo casi de ellos mismos, de memoria, sabiendo que con eso les sobra para una película que recrea la historia de tres hombres que ya en el final de sus vidas ven que el fondo de pensión que maneja su jubilación los estafa y deciden robar el banco cómplice del fraude. El resultado es una comedia simpática pero que definitivamente no va a pasar a la historia del cine. Los tres jubilados se entrenan para el robo del banco y se juramentan que solo robarán lo que es de ellos y el resto será para beneficencia. Hay una buena galería de actores secundarios -que francamente tampoco se esfuerzan demasiado- y lo cierto es pero con ese espíritu de mediocridad reinante alcanzan para generar una par de risas. Y siempre está es placer de ver en acción a un trío que uno sabe que está para muchísimo más, pero al que tampoco se les puede negar que en esta etapa de sus vidas se ganaron el derecho de chorear con una comedia apenas correcta. UN GOLPE CON ESTILO Going in Style. Estados Unidos, 2017. Direccón: Zach Braff. Intérpretes: Michael Caine, Morgan Freeman, Alan Arkin, John Ortiz y Matt Dillon. Guión: Theodore Melfi. Fotografía: Rodney Charters. Música: Rob Simonsen. Edición: Myron I. Kerstein. Distribuidora: Warner Bros. Duración: 96 minutos. Apta para mayores de 13 años.
EL TEMA PENDIENTE Malvinas debería ser un tema mucho más habitual de lo que es, pero la realidad dice que la traumática guerra con el Reino Unido es tan controversial que en general se evita. Soldado argentino sólo conocido por Dios toma el toro por las astas y se mete de lleno en la historia de un soldado que es convocado a servir a la patria y muere en combate sin que se se conozca exactamente dónde fue que murió. La película logra a través de una producción que verdaderamente se luce, poner en escena la guerra con grandes momentos en lo que hace a lo bélico. La secuencia en lo que fue el teatro de operaciones de la guerra está muy bien pero desgraciadamente no es lo que más dura de la película. La primera parte donde se presenta la vida diaria del soldado al que después seguiremos en la batalla, es más o menos llevadera, aunque se advierten algunos problemas de guión y verosimilitud, pero todo eso se olvida una vez que el soldado llega a la isla y el director despliega una interesante gama de saberes. Soldado argentino solo conocido por Dios logró el apoyo de las Fuerzas Armadas y le sacó provecho, pero la mirada está lejos de ser crítica como por caso en Los chicos de la guerra (Bebe Camin), Iluminados por el fuego (Tristán Bauer) o Guarisove, los olvidados (Bruno Stagnaro). Rodrigo Fernández Engler en cambio, decide centrar la historia en el heroísmo de quienes estuvieron en batalla. Cuando pasa la parte de la batalla, llega lo más flojo de la película, una pos guerra un tanto confusa que pone la mirada sobre la búsqueda de los familiares del soldado argentino, solo conocido por Dios. Todo lo fluido que se había mostrado en las escenas bélicas se pierde y el relato se vuelve tedioso. Lo cierto es que al final, vuelve a estar presente que la Guerra de Malvinas sigue siendo un tema que espera ser abordado con nuevas miradas, que superen los lugares comunes. Y este cronista se pregunta cuando aparecerá el productor valiente que se atreva a llevar a la pantalla Los Pichiciegos, la mejor novela sobre el tema escrita por Rodolfo Fogwil. SOLDADO ARGENTINO SÓLO CONOCIDO POR DIOS Soldado argentino sólo conocido por Dios. Argentina, 2017. Dirección: Rodrigo Fernández Engler. Guión: Ivana Galdeano y Rodrigo Fernández Engler. Elenco: Mariano Bertolini, Sergio Surraco, Fabio Di Tomaso, Ezequiel Tronconi, Florencia Torrente, Hugo Arana. Producción: Rodrigo Fernández Engler, Juan Belar, Fabio Junco, Julio Midú. Duración: 102 minutos.