X-men: Primera Generación

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

X-Men: Primera Generación no sólo es otra gran producción de los estudios Marvel, sino que además es un gran debut para esta nueva trilogía que se enfoca en las historias previas a los eventos del primer film de Bryan Singer.
Esta película se desarrolló a partir del éxito inesperado que resultó para la editorial Marvel el cómic X-Men: First Class, una miniserie publicada entre el 2006 y el 2007 que se convirtió en best seller y tuvo excelentes críticas.
La historieta expandía las primeras aventuras del grupo con la formación original que creó Stan Lee en los años ´60, integrada por El profesor X, Cíclope, Iceman, Jean Grey y Bestia .
A raíz del interés que despertó esta serie los estudios Marvel decidieron llevar este
concepto al cine.
La película tomó la premisa del cómic (además del título) para adaptarlo a la saga
cinematográfica que inició Singer y concluyó el director Brett Ratnner.
En este caso trabajaron con muchos personajes nuevos que no habían aparecido en los
filmes anteriores. Algunos clásicos como Moira Mactaggert (Rose Byrne), Banshee
y Havok y otros más recientes creados en los últimos años como Angel Salvadore
(Zoe Kravitz) y Azazel (padre de Nightcrawler, interpretado en X-Men 2 por Alan
Cumming).
Esta era una película complicada porque los mutantes ya contaban con el desgaste de
la trilogía inicial, más la reciente “aventura solista” de Wolverine que también fue una
precuela.
Pese a todo, el director Matthew Vaughn se las ingenió para brindar un film entretenido
que casi dura lo mismo que el bodrio de Piratas 4 pero en este caso la experiencia en el
cine es mucho más gratificante.
Resultó un acierto narrar la trama en Plena Guerra Fría y desarrollar la amistad que
tenían el profesor Charles Xavier con Magneto antes que tomaran caminos opuestos en
la vida.
La película de alguna manera retoma el espíritu de los trabajos de Bryan Singer que
tenían mucha acción, pero también se enfocaban en las emociones e historia de los
personajes, que en definitiva siempre fue una de las claves por las que X-Men se
convirtió en un clásico emblemático de la historieta norteamericana.
James McAvoy y Michael Fassbender (Magneto) se lucen en los roles principales junto
con un excelente Kevin Bacon, quien brinda una gran interpretación como el villano
Sebastian Shaw.
El personaje tiene muy poco que ver con el de la historieta, pero lo usaron muy bien en
la película.
Salvo por el error geográfico relacionado con Argentina en una parte de la historia,
que es gracioso por lo ridículo y Chandler, ya destacó en otra nota, X-Men: Primera
generación es una muy buena película que no defrauda a quienes se hayan enganchado
con los mutantes en el cine.