X-men: Primera Generación

Crítica de Héctor Hochman - El rincón del cinéfilo

A partir del gran éxito obtenido, con sus altibajos por supuesto, tanto en la producción como en las recaudaciones, por las cuatro historias fílmicas que le antecedieron, es que se constituyo, como se viene haciendo ya desde hace unos años, con aquellas películas que saga de por medio han tenido éxito, la idea de mostrarle al público cautivo por las mismas los “orígenes” de las historias ya vistas.

A esta vertiente se le dio en llamar dentro del ámbito cinematográfico “precuela”, que es en realidad un increíble neologismo, hasta alguien podría decir, a partir de no estar reconocida por la Real Academia Española de Letras, que es un verdadero invento, digo, no la película sino la palabra “precuela” que se desprende de secuela, que esta instituida, no como rastros de una enfermedad sino como derivación, y por supuesto nunca como desenlace, ya que esta acepción acabaría con el negocio.

Pero ya había una que, al igual que en esta, sus héroes son personas con diferencias físicas, algunas notables, otras no tantas, que serían discriminados por su apariencia y no por sus actos, estoy hablando de “Freaks”, dirigida por Tod Browning, filmara en 1932.

Casi todo el relato se centra temporalmente durante la llamada guerra fría, haciendo hincapié en lo que se conoció como “la crisis de los misiles de Cuba”, durante el mes de octubre de 1962.

Pero como los productores se dieron cuenta que la primera generación también debería tener el “origen” de algún lado y hacer una precuela de la precuela, ya hasta es demasiado para los economistas genios de Hollywood, es que la narración se abre en el año 1944. En plena segunda guerra mundial, dentro de un campo de concentración nazi, aclaro, pues también los hubo (¿los hay?) de este lado del mundo. Un niño judío de unos once años es separado de sus padres, esto lo hace enojar y comienza la función. Con sus poderes mentales dobla las puertas metálicas y las rejas que lo separa de sus progenitores, ¡albricias! Es el futuro Magneto.

Esto es observado por el malvado capitán del campo, un inescrupuloso casi Dr. Mengele, muy buena actuación de Kevin Bacon como Sebastian Shaw, pero especializado en genética y en las mutaciones que ya sabía de su existencia ¿?.

Al mismo tiempo, pero en otro lugar del planeta, específicamente en los EEUU, tal como lo configuran los cómics y la series de los superhéroes, nos encontramos con un niño, también más o menos de edad puberiana, preadolescente, en cuya mesita de luz vemos una foto de Albert Einstein, (yo hubiera tenido una foto de Lana Turner, que quiere que le diga), que puede leer la mente de los demás. Sí, adivino, es el futuro Charles Xavier.

El relato se centrara en la construcción de la amistad entre los que luego serían dos líderes oponentes que intentaran ser el jefe único de los X Men.

Por un lado tenemos a Charles (James McAvoy) con toda su inteligencia, bondad y amor por la raza humana, sin perder de vista la prosecución de sus derechos inalienables, y por otro esta Erik Lehnseer / Magneto (Michael Fassbender) quien sólo busca vengarse del que lo torturo de niño en el campo de concentración.

Todo con el trasfondo de la crisis de octubre mencionada anteriormente.

Convengamos que no deja de ser una gran película de acción, sustentada en el montaje clásico para este genero, cortes rápidos, abruptos, pero también se toma su tiempo para describir los personajes e intentar instalar un discurso antidiscriminatorio.

Tiene un par de pequeños errores que a nivel de este tipo de producciones serían del orden de lo imperdonable, algunos desde lo estético y otros que mueven a risa, son tan burdos que no es de buena persona anticiparles específicamente, ni tampoco justificarían la degradación en la calificación final de la producción,

Si se le perdono a Steven Spielberg que incluyera en la radio de Alemania, en pleno 1942, cantando a Billie Holiday en el filme ganador del premio Oscar “La lista de Schindler” (1993), entonces también se pueden perdonar estos deslices.

En definitiva, es entretenida, eso busca y eso consigue.