X-men: Primera Generación

Crítica de Emiliano Basile - EscribiendoCine

Cosa de mutantes

Producida por Bryan Singer (X-Men, 2000 y X-Men 2, 2003) y dirigida por Matthew Vaughn (Kick-Ass, 2010), X-Men: Primera Generación (X-Men: First Class, 2011) se sitúa en plena Guerra Fría para desarrollar el germen de los mutantes más conocidos de la Marvel. Hace dos años le tocó el turno a Wolverine contar su origen en X-Men Orígenes: Wolverine (X-Men origins: Wolverine, 2009), ahora es el turno del resto de los súper héroes.

La historia parece trasladarse a las universidades, cuando un grupo de jóvenes cada uno por separado -como si se tratara de una historia coral- descubre sus poderes ocultos y, a cambio de mostrarlos, los ocultan por temor a considerarse fenómenos y no ser aceptados socialmente. El profesor X y Magneto, antes de llamarse así –algo que también contará la película- reclutan a este grupo de personajes con súper poderes y los entrenará como un escuadrón especial de la Cía para, en este caso, interceder en el conflicto nuclear entre Estados Unidos y la Unión Soviética.

X-Men: Primera Generación tratará de relanzar la saga. En este aspecto tiene puntos de contacto con la serie Batman de Christopher Nolan. Todo es tomado seriamente y se relaciona directamente con la realidad. De ahí la necesidad de explicarlo todo y utilizar el contexto histórico –que ya existía en la historieta como base- como sustento racional de lo relatado. No existe la construcción del héroe sino que, el héroe surge como consecuencia de un proceso histórico.

Si bien las anteriores películas de la saga se sostenían sobre el personaje de Wolverine, el más salvaje, el más primitivo, X-Men: Primera Generación se apoya en los personajes con poderes más psicológicos, más mentales. Está Charles Xavier (James McAvoy) como el futuro Profesor X, Eric Lensherr (Michael Fassbender) como el futuro Magneto, y el villano de turno Sebastián Shaw (Kevin Bacon), el mejor de todos por el oficio del actor de Footloose (1984) para componer al más cínico de los mutantes.

Con estos condimentos, la precuela de la saga será una delicia para los seguidores de la misma, y un poco densa para quienes busquen entretenimiento sin pretensiones, ya que los efectos especiales y los personajes carismáticos cedieron su lugar aquí a los vericuetos del pasado de los mutantes en cuestión.