Wifi Ralph

Crítica de Santiago García - Leer Cine

Secuela de Ralph el demoledor, una pequeña y simpática películas de los estudios Disney que contaba la historia de un villano de videojuego que se cansaba de su ingrato rol y salía de su máquina para buscar otros universos donde ser feliz. Aquella película funcionaba, la idea original estaba bien, y aunque estaba lejos de ser perfecta cumplía con su consigna. Lo de pequeña es por la simpleza, porque ambos films son de alto presupuesto. La amistad entre el ya no más villano Ralph y la pequeña rebelde Vanellope, a quien Ralph conoció cuando se metió en el juego Sugar Rush donde ella era la oveja negra hasta que finalmente conoció a su amigo.

En la secuela el juego se rompe y como ya ha quedado atrás la edad de oro de las casas de videojuego la única forma de reemplazar el volante roto es comprarlo en internet. Ralph y Vanellope salen a buscar entonces la pieza rota, para evitar que su juego no quede fuera de servicio para siempre. En el camino se cruzarán muchos personajes famosos de todas las franquicias de las cuales Disney ahora tiene los derechos. También entrarán en un juego más oscuro como Slaughter Race, donde conocerán a un gran personaje como la conductora de autos Shank. Los personajes femeninos son clave en esta secuela, no hay duda.

Algunos chistes son más graciosos que otros y muchas situaciones suenan a publicidad (no muy) encubierta. Esto último un poco rompe la magia de la película anterior pero la cosa cobra algo de vida cuando Vanellope se encuentra con todas las princesas de Disney. Esta pequeña comunidad de princesas dará lugar a los mejores chistes de la película –siempre y cuando el espectador las conozca, claro- y los cambios de sentido que hoy esos personajes tienen en la cultura popular. Vanellope las ayudará y ellas la ayudarán a lograr su cometido y rescatar al príncipe en apuros (bueno, el ex villano en apuros). Este detalle simpático no alcanza a hacer de Wifi Ralph una película muy interesante, solo la extensión de unos personajes simpáticos más algunas ideas sueltas. Los agregados de drama tampoco aportan demasiado, son lo peor de la película, en esta secuela aceptable que no apuesta a ir más allá que la original.