Warcraft: El primer encuentro de dos mundos

Crítica de Diego Curubeto - Ámbito Financiero

El arsenal digital no disimula la falta de creatividad

El film conformará a medias incluso a a los fans del videojuego original.

"Warcraft" es antes que nada un videogame jugado por millones de personas on line tomando la identidad de personajes al estilo Tolkien que pelean en una guerra interminable en un mundo mágico. La película llega después de años de anuncios y preparación, con un gran presupuesto, efectos digitales al por mayor y dirección y guion a cargo del hijo de David Bowie, Duncan Jones, que hasta ahora había filmado un par de buenas películas fantásticas de mediano presupuesto como "8 minutos antes de morir".

La película mezcla actores humanos y digitales y narra el origen de la guerra entre humanos y orcos, unos grandulones bastantes monstruosos, pero no carentes de honor, que quieren dominar el mundo entrando desde otra dimensión a través de un portal mágico abierto por un horrible brujo capaz de manejar una energía que usa la vida ajena como combustible.

Para defenderse de este tipo de peligros sobrenaturales el reino humano de Azroth tiene un llamado "guardián", hechicero que domina las ciencias ocultas pero que lamentablemente no está en su mejor momento, o quizás haya sido dominado por las malas artes. Por suerte hay un aprendiz de guardián que puede ayudar a salvar el mundo, igual que una bella orca tomada prisionera y tratada con dignidad por la realeza humana.

Por momentos, Jones consigue contar más o menos coherentemente un argumento elemental y excesivo al mismo tiempo, aunque no logra darle una estética uniforme a una película que tiene grandes momentos épicos dominados por el impresionante arsenal digital y muchas escenas dialogadas con personajes que apelan a demasiados términos de la mitología del juego original.

Aunque hay partes interesantes y divertidas, las dos horas de película se hacen notar demasiado, y da la sensación de que a los fans del juego les gustaría más comandar los personajes con un joystick en vez de mirar cómo pelean con vida propia. Probablemente a los que no conocen ni les importa el juego esto no les caerá como otra cosa que una versión elemental y un poco berreta de "El señor de los anillos".