Viento salvaje

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

Ambientada en una remota reserva indígena americana, un paisaje hostil y crudo en pleno invierno, todo comienza con una chica corriendo descalza, huyendo hacia una muerte segura por congelamiento. Los que buscaran resolver el misterio de su muerte serán un cazador furtivo, con un drama personal en su vida, una agente del FBI fuera de su ambiente y un sheriff que define al lugar como “la tierra donde estas solo, sin apoyo”, le falta decir que es una tierra sin ley. En su opera prima como realizador, el guionista Taylor Sheridan ( el mismo que escribió “Sicario” y “Sin nada que perder”) siente que con este film cierra una trilogía donde observa las fronteras de EEUU, los lugares olvidados y las personas olvidadas, en este caso obligadas a vivir en ese lugar.
Este thriller funciona con un suspenso endemoniado, hecho de silencios, especialmente en su protagonista, un Jeremy Renner lleno de matices que no necesita de palabras para mostrar sus sentimientos. Y a cada paso, la sensación de un violencia sin límite que acumula muertes, enfrentamientos mortales, y una justicia por mano propia que no puede mitigar una situación sin soluciones. Por un lado una tensión que nunca decae, con recuerdos que van develando verdades ocultas, los hombres tan salvajes como los depredadores. Y por el otro una denuncia que nos informa sobre el final de la película que no hay registro de jovencitas nativas abusadas y asesinadas. Con este trabajo el director se alzo con la distinción de mejor director en Cannes en la sección Un certain Regard (Una cierta mirada)