Viajo sola

Crítica de Pablo Sebastián Pons - Proyector Fantasma

EL LUJO ES VULGARIDAD

Irene (Margherita Buy) es una crítica de hoteles de mediana edad. Su trabajo es el sueño de cualquiera, Francia, Marruecos y Berlín son solo algunos de los lugares que visita para puntuar hoteles especificos. La efectividad de su trabajo requiere de las mas alta discreción, lo que incita a Irene a ser una persona distinta en cada lugar que visita. En su Italia natal, su vida se reparte entre la familia de su hermana (Fabrizia Sacchi) y su ex, Andrea (Stefano Accorsi), con el cual tiene una relación cercana.

Viajo Sola plantea una dicotomía constante cuya intención es explicitar la crisis existencial de la protagonista. Irene tiene la tan irresistible como vacía oportunidad de una vida llena de viajes y lujos, pero como le remarca Kate Sherman (Lesley Manville), una antropologa que Irene conoce en un viaje, la ostentación es un espectaculo armado y “el verdadero lujo es una vida vivida a pleno y llena de imperfecciones”. Por otro lado, la familia de su hermana representa el costumbrismo, el dia a dia, el amor de los seres queridos mas cercanos que son lo terrenal, lo mundano, el conflicto de hermanas, pero a la vez lo fundamental, lo profundo de los lazos. En este aspecto, Irene sigue relacionada con Andrea, su ex pareja, el cual va a tener un hijo con otra mujer. De esta manera, la elección de vida es evidente: la profundidad de los afectos o el placer del lujo.

La directora Maria Sole Tognazzi vuelve a las fuentes del cine italiano en este elogio de la familia y los lazos profundos, con el otro tanto como fuente de conflictos como soporte emocional. Pero esta dualidad es tan explicita que no solo es torpe en su planteo sino que es infinitamente predecible. Cuando Irene le confiesa a Kate que pasa el 90% de su tiempo “en hoteles pretendiendo ser alguien mas”, ya vemos desde lejos el horizonte de Viajo Sola. Y por si sus intenciones no se entienden, Tognazzi se encarga de poner un personaje en cada viaje que implicitamente da a entender que su lugar no está en los aviones, sino en el seno familiar. Y pueden encontrar rastros de esto como se resuelven las conversaciones con la mencionada Kate Sherman o el francés que conoce en Marruecos.

Sin embargo, la película se desmarca por momentos de su previsilidad cuando la acertada fotografía destaca los paisajes de diversos paraisos europeos como Toscana (Italia), Berlin (Alemania), Shangai (China), o Gstaad (Suiza), pero su exceso en la estilizacion de la imagen de estos tramos hacen a Viajo Sola más un panfleto turistico que una pelicula sobre una crisis de los 40.

Viajo Sola se sostiene unicamente por la actuación de Margherita Buy, pero se desploma en la instrascendencia y el tedio que significa la narrativa de la directora de Retrato de mi Padre (2010), que hace sus intenciones demasiado evidentes y poco entretenidas. Tognazzi explicita que el lujo sí es una vulgaridad vacía y superficial, pero no conquistó a nadie.