Viaje 2: La isla misteriosa

Crítica de Marcelo Cafferata - Revoleando Butacas

Verne también come pochoclo

Como un gran entretenimiento concebido para el disfrute de toda la familia, es siempre bueno abrevar en las novelas de famosos escritores, sobre todo si se trata de Julio Verne, con sus fabulosas narraciones que siguen siendo grandes motores para el desarrollo y la estimulación de la imaginación (aún con los grandes avances tecnológicos y con toda la invasión de lo electrónico que existe hoy en el mercado) y que producen fascinación y nos dan la posibilidad de darnos una inmersión en el terreno del relato fantástico.

Sólo queda de Julio Verne algún puntapié inicial, algunos guiños y básicamente algunas de sus más famosas creaciones (como el Nautilius y las referencias a sus escritos) en "Viaje 2: la isla misteriosa": una gran producción de la Warner apuntando básicamente al gran pasatiempo familiar y que aún enfrentada a grandes películas nominadas al Oscar y que vienen coronadas de grandes premios, sigue arrasando en la taquilla local.

El héroe de nuestra historia tiene nombre y apellido: Sean Anderson (Josh Hutcherson quien ya habia aparecido en "Viaje al centro de la tierra" -la primera entrega de la saga- y con una consagrada actuación en "Mi familia - The kids are all right"). Él será quien recibda una señal codificada asegurando, mediante un crípitico mensaje que deberá descifrar, la existencia de la isla misteriosa que él tanto buscaba y en la que piensa indudablemente que se encuentra su abuelo paterno (valiosa participación de Michael Caine en un papel completamente descontracturado).

Su padrastro Hank (Dwayne Johnson, masa de músculos dispuesta a la aventura al que no le vendrían mal un par de clases extra de actuación, aunque impone al menos su simpatía y su destreza), lo acompañará finalmente en esta búsqueda llena de aventuras, misterios y descubrimientos asombrosos ya que comparte junto a Sean el fanatismo por las historias de Verne, Stevenson y Swift.

Para llegar a la Isla, sólo Gabato (Luis Guzmán en un papel divertido y muy a su medida) será el unico piloto que por una suma de dinero impensada para el tipo de viajes que hace en su helicóptero desvencijado, se preste a internarse en un terreno donde nadie se anima a penetrar.
Lo acompañará su hija (Vanessa Hudgens, la bonita morocha de High School Musical y que hace una buena pareja adolescente con el protagonista) y así formarán un equipo dispuesto a sobreponerse a las más diversas situaciones de peligro que les propondrá la misteriosa isla del título.

Con un dejo del cine que amaba ver en mi niñez -sin ir más lejos mis hijos la disfrutaron muchísimo-, hay que dejarse llevar desde el inicio con la propuesta del director Brad Peyton (el mismo de "Como perros y gatos 2" que evidentemente conoce el divertimento para el público masivo, pero que ganaría mucho más en una propuesta de dirección más creativa y menos amparada en los efectos especiales) para poder creer las soluciones que propone a cada una de las vueltas inverosímiles que propone la historia.

Dentro de selvas que respiran a la vista el dejo de decorado artificial "plantado" dentro de un lujoso estudio, con imágenes digitales pegadas no muy sutilmente en algunos casos como fondo; las aventuras de estos intrépidos seguidores de Verne encierran desde encontrar elefantes enanos y gigantes mariposas, internarse en la cueva del Capitán Nemo para hallar la vitácora del Nautilius hasta enfrentar una especie de iguana-dinosaurio gigante decidida a despedazarlos al instante, cabalgar en abejas enormes -que luego serán perseguidas por unos pájaros multicolores, de hermosa apariencia pero muy peligrosos- o cuidarse de no ser electrificados por una anguila de increibles dimensiones.

Como más de uno podrá preveer (sin que esto signifique que les estoy contando el final de la historia) todo saldrá más que bien para que pueda dejarse abierta la posibilidad de que puedan continuar con esta temática con una pizca de Verne. Sobre el final un plano del libro "De la tierra a la Luna" nos invita a seguir escuchando narraciones extraordinarias plenas de efectos especiales, mucho ritmo y acción que dejen satisfechos a todos los integrantes de la familia y que por supuesto rinda su tan esperado objetivo en la taquilla.

Más allá de todo, se disfruta y mucho.