Una serena pasión

Crítica de Rodrigo Chavero - El Espectador Avezado

Terence Davies es un cineasta británico sutil, profundo y bastante prestigioso dentro del llamado cine arte. Tiene una gran sensibilidad para narrar historias intimistas pero a la vez entiendo como llegarle a la audiencia a través del humor y las anécdotas simples y emotivas de la vida diaria.
Si bien las biopics son su expertisse, es un director que celebra las emociones y las batallas contra las relaciones sociales establecidas. Pueden ver "The Deep Blue Sea" y deleitarse con una Raquel Weisz increíble, en caso de que quieran empezar a explorar su filmografía (se deben mencionar también, "Sunset song" así tienen un mejor entendimiento de su perfil).
Pero el tema que nos convoca es la biografía de Emily Dickinson, poetisa norteamericana, revolucionaria por su manera de entender la métrica, quien vivió toda su existencia, en su casa y con su familia.
La encargada de corporizarla es la ex Sex and The City, Cynthia Nixon, quien se transforma en el centro neurálgico de una cinta particular. No abundan los escenarios y todo se resume a contemplar las charlas de la familia y la interacción entre los miembros en el día a día.
ay que decir que Emily parece haber sido una mujer de carácter complejo, predispuesta al diálogo, pasional y melancólica, quien nunca da con lo que desea, por una u otra razón. Hay una trama de secundarios que viven este escenario con ella y se prestan para diálogos agudos y simpáticos, en los que accedemos a conocer la intimidad de una artista destacada de la poesía.
De hecho al morir Emily, muy poco de su obra había sido publicada. Su hermana llevaría adelante el legado para mostrar el enorme potencial que evidenciaba la gran Dickinson. Daevis se siente cómodo rodando en lugres semi oscuros, lejos del campo abierto.
Lo más rico del film se da cuando el personaje principal se conecta con su hermana y abren un espacio para la intimidad y el dolor, único y personal. "Una serena pasión" es un drama biográfico que sorprende desde su ejecución porque... convengamos que pasar 125 minutos en un solo espacio geográfico y con no más de cuatro personajes como sostén de la historia no es tarea fácil.
Pero el cineasta británico se las ingenia para que conozcamos más de la vida de Emily Dikinson a la luz del contexto en el que creó esos poemas que la hicieron inmortal. Y lo hace con ingenio y ductilidad. Desde ese lugar, este debe ser de las pelícuas más logradas en la carrera de este director. Una ventana a la creación y a los corazones que viven ese proceso.