Una novia de Shanghai

Crítica de Pablo E. Arahuete - CineFreaks

Apegos y desapegos

Varias lecturas permite este nuevo opus de Mauro Andrizzi, previamente conocido en el BAFICI, y que responde a su experiencia en Shanghai para filmar una película con equipo asiático y actores del mismo lugar, con barreras idiomáticas de por medio, y la mirada del extranjero en pleno corazón de China.
Lo primero que debe decirse de Una novia de Shanghai (2016) es que dada la tradición y el respeto por determinada temática ligada a la muerte y a los muertos, el relato se convierte de inmediato en una suerte de fábula y en una historia de amor luego de la muerte. Rápidamente, asaltan la mente la nutrida cantidad de historias asiáticas, donde un fantasma necesita cumplir determinada misión para su descanso eterno y desde ese lugar su necesario contacto con los vivos no siempre se resuelve en un evento de terror o de peligro, sino de solidaridad.