Un rubio

Crítica de Rolando Gallego - Lúdico y memorioso

Una historia de amor y desamor que desafía los límites que el propio cine se ha autoimpuesto. Marco Berger filma como nadie el cuerpo masculino y el deseo y la tensión sexual latente dentro de una fraternidad. Mientras el rubio avanza en esa casa en la que se comparte futbol, cerveza y testosterona, el partido entre los protagonistas avanza, y en el match uno de los dos saldrá perdiendo, el primero que diga basta.