Un ladrón con estilo

Crítica de Emiliano Silva - Cinergia

Una despedida a la medida

Y finalmente llegó el día… Un ladrón con estilo es la película en la que el reconocido actor Robert Redford decide retirarse del mundo del cine. La película está escrita y dirigida por David Lowery, donde lo hemos visto recientemente en la película independiente A Ghost Story (2017).

Redford personifica a Forrest Tucker, un famoso ladrón, amable y encantador, que junto a sus compañeros Teddy (Danny Glover) y Waller (Tom Waits) van robando bancos de distintas ciudades de EE.UU sin poder ser interceptados por la policía. Todo cambia para Forrest cuando, por una maniobra suya para no ser capturado, se detiene a ayudar a una mujer con su auto a un costado de la ruta. Aquí conoce a Jewel (Sissy Spacek) una mujer totalmente distinta a él y a su estilo de vida, que con su tranquilidad y su historia, logra a cautivar a Forrest.

Mientras ocurren los múltiples robos, el detective John Hunt (Casey Affleck) va detrás de cada paso de esta particular banda sorprendiéndose al escuchar solo cosas buenas de los testigos que pudieron intercambiar palabras con este carismático ladrón.

La película es una gran sorpresa, ya que cada línea que la conforma esta brillantemente ejecutada. La estética de los años ’70 y ’80 está muy bien en cada detalle, ropa, autos y hasta en el hilo conductor del film. Desde que comienza hasta que finaliza sentirás las influencias de Westerns y películas de ladrones antiguas que van recorriendo la trama, y que van transformándola y amoldándola.

Párrafo aparte las actuaciones de Sissy Spacek, Casey Affleck, Danny Glover y Tom Waits. Cada uno en su rol logra destacarse e imponer su propia impronta. Algo que era muy importante para que la película sea totalmente disfrutable y también para mimar a Redford en este último paso por el mundo del cine.

Un ladrón con estilo es una gran película muy nostálgica, que te hace empatizar con la mayoría de los personajes y que logra ser la despedida perfecta para un hombre que le dio mucho al séptimo arte y que no se merecía menos.