Un golpe con estilo

Crítica de Leandro Porcelli - Cuatro Bastardos

Un Golpe Con Estilo: Robando juventud.
Grandes nombres protagonizan esta pequeña película sobre el ocasional sentimiento de que el mundo te debe algo que no esta dispuesto a pagar, y el aún más familiar pensamiento de que quizás quede en uno mismo tomarlo…

Una dulce comedia reúne a un grupo de grandes actores que están pasando por la tercera edad, y logra crear una tierna historia con más que unas cuantas risas en el proceso. Pero basta de hablar de Last Vegas (2013), es hora de hablar de otra película con esa descripción y que también pone en el centro del escenario al gran Morgan Freeman.

El actor britanico Michael Caine se toma un descanso de sus colaboraciones con Christopher Nolan para reunirse con Freeman, su compañero en los thrillers-comedia de la franquicia mágica Now You See Me, y formar un trió de criminales bastante imperfecto con el gran Alan Arkin, brillante tanto en Little Miss Sunchine como en Argo.

La cinta es una remake del film de 1979, que disfruta de poca fama y reconocimiento fuera de los Estados Unidos. El proyecto busca tener un tono mucho más ameno y positivo, en gran parte gracias al gran elenco que con mucha habilidad logra manipular los sentimientos de la audiencia.

El elegido para llevar adelante la tarea es el actor, guionista y director Zach Braff, más que nada reconocido por su papel protagónico en la serie Scrubs pero también por sus trabajos como director y guionista independiente. Con su debut Garden State, en 2004, y luego Wish I Was Here, en 2014, se destaca la identificación que genera en su audiencia con trabajos muy personales. Este es su primer gran esfuerzo como director en una película no independiente.

Esta comedia nos sitúa en el momento en el que tres amigos resultan despedidos de su trabajo después de muchas décadas de servicio, solo para ver su futura jubilación esfumarse frente a sus narices. La única salida que encuentran a su problema es la de ponerse en la piel de los jóvenes que ya no son, y salir a robar su propio banco en venganza por el trato recibido. Prepárense para muchos problemas de dinero y tiernas nietas que les tocan el corazón a sus abuelos en Un Golpe Con Estilo.

Las actuaciones no serán problema, no cuesta mucho conectar ni con los protagonistas ni con los actores de reparto que tan buen trabajo realizan. Los problemas están más que nada detrás de cámara. Siendo este la primera película de gran magnitud que maneja el joven director, es de esperarse ciertos temblores pero lamentablemente resultan demasiados.

Principalmente el film sufre de dividirse en muchas partes: primero se muestra la situación de nuestros protagonistas, luego el momento hasta que todos coinciden en realizar el robo, entonces los vemos preparándose, realizando el mismo y finalmente una gran porción de la cinta nos muestra las consecuencias de sus actos y decisiones. Todo termina sintiéndose como una lista de supermercado, voy a buscar, obtengo, tacho, y todo se repite.

Un Golpe Con Estilo se encuentra más cómoda siendo simpática que graciosa, y nos encontramos mucho más tiempo estando simplemente entretenidos que riéndonos. Aunque la verdad es que eso no es poca cosa.

Aún con sus fallas, puede recomendarse gracias a su gran elenco. Logra contar su historia lo suficientemente bien como para que sus fallas no manchen una hora y media bastante disfrutable para cualquier miembro de la familia.