Un camino a casa

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

La historia real de Saroo Brierly es una historia que inevitablemente se transformaría en una película. En su opera prima en el cine Garth Davis contó con el guión de Luke Davies y sorteó bien los peligros de transformar ese material en un film convencional y lacrimógeno, lleno de flashbacks. La película esta dividida en dos partes. La primera es la historia del pequeño que pertenece a una familia muy necesitada en una aldea de la india, y que un día se queda dormido en un tren y cuando se despierta ya esta viajando y termina solo y sin dominio del idioma en Calcuta., a 1600 kilómetros de su casa. Allí sobrevive como puede viviendo en la calle, se salva de una red de pederastas, termina en un orfanato también espantoso y su suerte es que lo adoptan una pareja de australianos. La segunda parte es Saroo adulto, profesional, enamorado pero obsesionado por descubrir sus orígenes, a su real familia. Para eso cuenta con sus mínimos recuerdos y Google Earth. Es tan potente la primera parte, con el increíble niño Sunny Pawar, que la segunda parece deslucida, aunque se plantea temas muy hondos, la madre adoptiva (se luce Nicole Kidman) y dos hijos adoptivos, uno con muchos problemas y el exitoso con muchas angustias (Dev Patel) Pero retoma la emotividad con un final muy bien realizado siempre al borde de la lágrima pero con real emotividad. Y durante los títulos las consabidas imágenes con los personajes reales.