UglyDolls: Extraordinariamente feos

Crítica de Fabio Albornoz - Ociopatas

El momento que vive el cine animado de Disney/Pixar es extraordinario desde hace más de una década, y esto va más allá de cualquier lectura o debate que uno pueda hacer sobre el poder adquisitivo y el monopolio que manejan. Hay una gran cantidad de cineastas muy talentosos trabajando y construyendo films que no son solo para niños, son también para
adultos.

“UglyDolls” es otra de esas películas malas que pululan por los márgenes de Disney/Pixar. Acá la productora es STX Entertainment, con producción de Robert Rodriguez (si, el mismo que usted piensa), al que también se le ocurrió esta idea y elaboro un esbozo luego plasmado en guión por Alison Peck. La dirección del film corrió a cargo de Kelly Asbury, de amplia trayectoria dirigiendo películas de animación como “Shrek 2” y las para nada logradas “Los Pitufos en la aldea perdida” y “Gnomeo y Julieta”.

Cuando llega una película de animación a la cartelera que no proviene de la factoría Disney/Pixar se nota, y mucho. Salvo el cine asiático, que también suele filmar enormes y bellísimas cintas, hay un contraste abismal con las producciones de empresas que en estos últimos tiempos se animaron a producir animación (claro que siempre hay excepciones)
como Sony o Columbia Pictures.

En tiempos de corrección política, inclusión racial y búsqueda de equidad, “UglyDolls” cierra por todos lados. Se puede decir que el mensaje es noble, pero la ejecución como película de animación es bastante pobre.
Una de las cuestiones más difíciles que Disney/Pixar tan bien logra es que hacen films divertidos para los chicos y también para los adultos. El consumo y la diversión es mutua. En “UglyDolls”, el público grande queda decididamente fuera de esto. Con parentescos a “Emoji”, que fue una de las peores películas del 2017, Kelly Asbury cuenta una historia con un planteo interesante pero con pocos momentos graciosos.

Quizás como cortometraje el resultado hubiese sido más favorable, pero la película parece quedar demasiado larga (¡y dura solo 80 minutos!). Ahí aparecen los momentos musicales que ensanchan un argumento pobre, vacío, con mucho mensaje, pero poca chispa. Ni siquiera Asbury parece del todo seguro de las leyes que existen en su universo. Es como si
“UglyDolls” hubiese sido filmada a las apuradas para recaudar toneladas de dinero.

Hay demasiados baches, incongruencias, y encima no se puede apoyar en sus personajes que son absolutamente detestables, mal construidos y poco carismáticos. ¿A quién se le ocurrió que podía ser buena idea poner a Pitbull como la voz de un personaje? Olvidable película animada que reafirma que Disney/Pixar siguen jugando en otra liga.