Toy Story 4

Crítica de Giuliana Bleeker - Loco x el Cine

A 19 años de lo que fue el regreso de la exitosa franquicia infantil animada que dio inicio al universo Pixar, la familia de muñecos más querida del cine vuelve a copar la pantalla con una historia conmovedora y efectiva sobre las diversas etapas de crecimiento y madurez, con todo lo que ello implica. Dirigida por Josh Cooley, el escritor de Intensa-Mente(Inside Out, 2015) que aquí toma la posta por primera vez como director de un largometraje, Toy Story 4 vuelve a plasmar con emoción y gracia temas como la amistad, la lealtad y el compañerismo.

La historia sigue nuevamente las aventuras del grupo de excéntricos juguetes comandados por el fiel vaquero Woody(interpretado por la voz de Tom Hanks) y el astronauta Buzz (Tim Allen), quienes ahora forman parte de la vida de Bonnie(Madeleine McGraw), la niña a la que Andyle concede el cuidado de sus reliquias infantiles una vez que parte hacia la universidad en aquella memorable tercera parte de la saga estrenada en 2010. La pequeña Bonnie se encuentra ahora comenzando su primer año en el jardín de infantes y el desprendimiento del abrigo paterno resulta angustioso y lleno de miedos. Pero con un poco de ayuda del incondicional Woody, su inicio se torna mucho más apacible, ya que la niña logra improvisar un juguete nuevo con algunos materiales desechados a la basura. Bautizado como Forky (Tony Hale), este incipiente compañero se vuelve parte fundamental de la adaptación de Bonnie en su experiencia en el preescolar. Sin embargo, las cosas comienzan a complicarse cuando este histérico producto artesanal se rehúsa a ser tratado como un juguete.

Fuente: Dinsey/Pixar. All Rights Reserved.

En principio, debemos decir que el film realiza una excelente caracterización en primera persona de los terrores que comprende el proceso de socialización secundaria, es decir, la expansión del mundo de los niños más allá del hogar y el núcleo familiar. En este sentido, Bonnieconstituye un dulce personaje con el que resulta fácil empatizar y con el que seguramente muchos niños en edad escolar se sentirán representados.

En el caso de Woody, quien aún sigue añorando sus años dorados como el juguete preferido de Andy, obtiene en esta historia un gran desarrollo. Sin duda, los años también han dejado sus huellas en este protagonista y algo nos dice que ha llegado el tiempo de maduración. Su entrega eterna hacía sus dueños humanos incita a los mejores diálogos con sus compañeros, en especial con Forky, con quien choca constantemente debido a que éste no siente ningún tipo de afecto o compromiso por la pequeña Bonnie.

Los nuevos personajes son quienes protagonizan los momentos más ocurrentes de la película. Además de Forky y su maníaca obsesión con regresar a su lugar de origen, es decir, el recipiente de basura, es menester nombrar a otros dos juguetes que consiguen robarse la pantalla. Hablamos de Ducky y Bunny(Keegan-Michael Key y Jordan Peele), unos peluches de un juego del parque de diversiones que vienen agarrados de las manos y que parecen dispuestos a todo tipo de embestida con el fin de ayudar a sus nuevos amigos.

Un aspecto de la película que merece un párrafo aparte tiene que ver con el retorno de Bo Peep (Annie Potts), la muñeca de porcelana e interés amoroso de Woody en las dos primeras películas de Toy Story. El film revela finalmente a los fanáticos de la saga cómo sucedió la misteriosa desaparición de este personaje que ahora aparece convertida como un juguete independiente, valiente y aventurero. Bo Peep, quien ha cambiado su clásico vestido por unos pantalones, no solo resulta fundamental para el crecimiento de Woody en esta historia, sino que representa una figura aggiornada y al tono con las clásicas féminas kick-ass del cine que cada vez toman más relevancia.

En resumidas cuentas, podemos afirmar que Toy Story 4 es todo un evento cinematográfico que sabe bien como transmitir esa nostalgia por otra época que la hace incluso disfrutable para las nuevas generaciones, cuyo espacio de recreación e imaginación a través de los juguetes se ha visto opacado ante la diversidad de entretenimientos que brinda el mundo digital. Quizá en materia de acción no sea la mejor película de la saga (hay que admitir que el tercer film dejó la vara demasiada alta), pero sin duda resulta la más profunda y adulta de todas. Un film que encantará a los fanáticos de la primera hora al mismo tiempo que dibujará sonrisas en aquellos espectadores pequeños que recién se inician en esta divertida y lacrimógena aventura.