Tomb Raider

Crítica de Yaki Nozdrin - Visión del cine

El popular personaje de videojuegos Lara Croft (que fue interpretado previamente por Angelina Jolie) regresa a la pantalla grande. En esta ocasión es interpretada por Alicia Vikander y dirigida por Roar Uthaug.
El personaje de Lara Croft nació en 1996 bajo la franquicia de Tomb Raider, un videojuego desarrollado por Core Desing. El mismo se volvió un éxito debido a su original manera de jugarlo. En el 2013, la compañía Square Enix presentó un nuevo juego de esta saga, el cual relata los intensos y conflictivos orígenes de Lara Croft. La película dirigida por Roar Uthaug se basa en esta última creación.

En esta adaptación, la trama presenta a Lara Croft, una joven de tan sólo 21 años que se niega a firmar la herencia que le corresponde, ya que eso significaría aceptar que su padre, quien lleva 7 años desaparecido, está muerto. En lugar de eso, la protagonista trata de ganarse la vida trabajando como mensajera en la ciudad de Londres.

Tras una serie de eventos, y también de rompecabezas, Lara comenzará a investigar qué fue lo que realmente ocurrió con su progenitor. Para ello emprenderá una aventura hacia una isla ubicada en algún lugar de la costa de Hong Kong, un lugar silvestre dónde se ubica la tumba de Himiko, una antigua reina de la muerte japonesa.

En su primera parte, el film podría compararse en varios puntos con un videojuego. El jugador/espectador conoce algunos antecedentes de la protagonista, el personaje sabe que tiene una misión y, como es habitual, comienza a adquirir las habilidades de a poco, para luego lanzarse hacia la aventura. De hecho, la película toma algunas de las secuencias icónicas que ocurren en el videojuego, tal como el escape del avión y la caída en paracaídas.

A diferencia de la Lara Croft interpretada por Angelina Jolie (2001 y 2004), la de Vikander muestra un lado mucho más humano del personaje. La protagonista no destaca solamente por las escenas de acción, sino que se toma en cuenta su lado más sentimental. La adaptación de Roar Uthaug muestra una Lara que se lastima y que siente dolor como cualquier otra persona.

Para alejarse también del estereotipo que representaba la Lara de Jolie -que estaba basada en los primeros videojuegos de la franquicia (una industria completamente machista en aquel momento, por cierto)-, la cual se destacaba por sus prominentes curvas y su diminuta vestimenta, ahora se presenta una Lara más ajustada a la época actual: sus motivaciones no pertenecen a un interés romántico, es simplemente una persona que trata de sobrevivir a la amenaza que se le presenta.