Tomb Raider

Crítica de Martín Goniondzki - Cuatro Bastardos

Tomb Raider: Lara Croft y los cazadores de la isla perdida.
Alicia Vikander se pone en la piel de uno de los personajes más conocidos y queridos del mundo gamer, y acá te contamos qué podes esperar del reboot de Tomb Raider.
Tomb Raider es quizás una de las franquicias más longevas y exitosas de la historia de los videojuegos. La saga cuenta con 16 juegos que conforman la línea principal de Lara Croft, y después hay varios spin-offs y entregas pensadas para dispositivos móviles. A su vez, como es lógico en productos tan populares, se creó una suerte de universo transmedia que está conformado por comics, novelas e incluso una serie animada de 10 capítulos.
Ahora bien, su paso por el ámbito cinematográfico, al igual que el de muchas otras adaptaciones de videojuegos es otra historia. Angelina Jolie fue la encargada de personificar a la señorita Croft en dos adaptaciones que pudimos ver en la pantalla grande en 2001 y 2003, respectivamente. Lara Croft: Tomb Raider y Lara Croft: Tomb Raider – The Cradle of Life fueron dos productos fallidos que fracasaron a la hora de llevar la esencia de la obra original al plano audiovisual. Jolie no pudo compensar con su carisma y/o talento unos guiones flojos y poco inspirados.
15 años después, y luego de haber sido testigos del reboot del universo Tomb Raider en el mundo virtual, se estrena una nueva producción fílmica que intentará revertir las cosas y demostrar que no todas las adaptaciones de videojuegos son nefastas. Algo que logra en su mayor medida pero que no termina de sorprender.
La película dirigida por el realizador noruego Roar Uthaug (The Wave) nos presenta una primera entrega bastante entretenida y respetuosa de su homónima jugable. En ella, se nos relatan acontecimientos mezclados de los videojuegos relacionados al reboot de 2013 y a su posterior secuela (Rise of The Tomb Raider) de 2015.
Lara Croft (Vikander) es la independiente hija de un excéntrico millonario devenido en aventurero. El susodicho desapareció cuando ella era apenas una adolescente sin dejar rastro alguno. En la actualidad, Lara es una joven de 21 años sin ningún propósito en la vida. Se abre paso por las caóticas calles del East London como mensajera en bicicleta, un trabajo que apenas le da para pagar el alquiler. Los empresarios de la corporación de su padre la buscan constantemente para que firme los documentos necesarios y se ponga al frente de la compañía de la cual es heredera. Sin embargo, algo le impide tomar las riendas de ese imperio empresarial. Todavía no está decidida a aceptar la muerte de su progenitor por lo que un día decide dejar atrás todo e ir en busca del último paradero conocido de su padre: una legendaria tumba en una isla mítica (La isla Yamatai del juego de 2013) que podría estar en algún lugar de la costa de Japón.
La cinta protagonizada por Vikander no representa nada innovador en el ámbito de las películas de aventura. Es más, podríamos decir que le debe mucho a la saga de Indiana Jones, especialmente a Indiana Jones And The Last Crusade (1989), con la que comparte algunas reminiscencias en los momentos en que Lara debe enfrentarse a ciertos acertijos para poder atravesar las trampas de la tumba. No obstante, un comprometido trabajo de la actriz de origen sueco, unas logradas secuencias de acción y el traspaso de ciertas mecánicas del juego a la obra fílmica hacen de esta cinta algo realmente entretenido y disfrutable.
A su vez, Alicia está muy bien acompañada por Dominic West (300, The Square) en la piel de Richard Croft, Kristen Scott Thomas (The English Patient) y Walton Goggins (The Hateful Eight) como el despiadado villano de turno.
El guion presenta algunas lagunas narrativas en función de una aventura frenética. Luego de un primer acto medio extenso donde se nos muestra a la joven Lara y su penosa vida cotidiana, la obra pasa a meterse de lleno en la aventura con el objeto de desentrañar la intriga central. Es ahí, que se pondrá el foco en Lara y se dejará de lado el desarrollo de ciertos personajes, como por ejemplo el de Lu Ren, el ayudante de la protagonista compuesto por Daniel Wu (Into The Badlands) o el villano de Goggins que pertenece a una misteriosa agencia conocida como La Trinidad, de la cual nos gustaría saber un poco más. Igualmente, el villano presenta un poco más de sustancia que muchos otros opositores de películas mainstream. La evolución del personaje principal está muy bien llevada a cabo, mostrando un arco creciente donde Lara pasa de ser una inexperta y una adolescente inocente a una exploradora aguerrida cuyo temple irá surgiendo a medida que la acción lo requiera. La primera persona que mata su personaje hace que verdaderamente uno empatice con ella y sienta ese dolor y ese punto de quiebre en su actitud. Además, cabe destacar el vínculo padre-hija establecido durante el metraje, que si bien por momentos se abusa de los flashbacks sobre la infancia de Lara, estos serán necesarios para la evolución y el presente de la muchacha.
Por el lado de los aspectos técnicos, el film sufre de un exceso de fragmentación en algunos segmentos del relato, que provocan que no se puedan lucir del todo las logradas coreografías de acción. También podemos decir que algunos efectos visuales que se veían cuestionables en los avances, no son tan terribles como se advertían. Los efectos en la escena del barco están bastante logrados considerando la producción de bajo presupuesto y uno puede sentir ese coqueteo de Lara con una muerte inminente. Las secuencias de acción están perfectamente confeccionadas.
Tomb Raider es un film de acción y aventura bastante divertido y ameno que establece los orígenes de la joven expedicionaria. Una película que al fundar las raíces del personaje incurre en algunos clichés narrativos del estilo de película inicial y/o fundacional. Una historia que pese a contar con ciertos momentos predecibles logra salir a flote gracias a una intrépida composición de la ganadora del Oscar, Alicia Vikander. La joven actriz logra insuflar de aire fresco a la franquicia que necesitaba de un personaje más terrenal e inexperto en sus inicios.