The disaster artist: Obra maestra

Crítica de Hugo Fernando Sánchez - Subjetiva

The Disaster Artist: Obra maestra, de James Franco
Por Hugo F. Sanchez

Para el Greg Sestero (Dave Franco) el comienzo en el mundo de la actuación estuvo marcado por las dudas de su propio talento, pero en uno de los tantos talleres de formación conoce a Tommy Wiseau (James Franco), otro aspirante a actor que a diferencia suya, tiene una fe ciega en sus capacidades interpretativas. Tommy es bastante mayor que Greg, habla un inglés ininteligible -está claro que proviene de algún lugar de Europa del Este aunque de ninguna manera está dispuesto a admitirlo- y posee una fortuna de la cual tampoco se sabe su origen. Ambos entonces van a la conquista de Hollywood, primero como actores y después, cansados del rechazo en múltiples casting, deciden que el mejor plan es rodar su propia película, The Room.

Ganadora inesperada en la última edición del Festival de San Sebastián, The Disaster Artist: Obra maestra, dirigida por James Franco, trajo a la luz de la vidriera mainstream una historia poco conocida del cine, uno de esos secretos guardado con celo por los iniciados. Se trata del rodaje de The Room, una película que costó nada menos que seis millones de dólares financiada íntegramente por el desconocido Tommy Wiseau, en su triple rol de director, protagonista y productor, que al momento del estreno logró el consenso para ser considerada el peor film de la historia, destronando cómodamente a Plan 9 del espacio sideral, pero que al igual que el mítico film de Ed Wood, rápidamente se convirtió en un clásico del cine de culto.

El mayor logro de la comedia dirigida por Franco es que a pesar del humor que derivan de las situaciones ridículas a las que se expone el excéntrico Wiseau en el despiadado y cínico mundo de Hollywood, el relato jamás abusa ni se burla del protagonista, por el contrario, The Disaster Artist comprende con ternura el genuino amor que Wiseau siente por el cine, a pesar de que carece por completo de los mínimos conocimientos para llevar adelante una película.

Tan desopilante como amorosa con la historia que tiene entre manos, la puesta de The Disaster Artist recrea el cine dentro del cine con innumerables caemos y ofrece un panorama certero del mundillo del espectáculo saturado de traiciones y egos desaforados. Con esto bastaría para que la película sea una buena opción en la cartelera, pero además de todos sus logros, el film de James Franco puede tomarse como una relectura deforme del sueño americano, en tanto las nociones de éxito y fracaso se ponen patas para arriba en la fascinante vida de un perseverante, que transformó sus falencias en virtudes en una epopeya que lo llevó a insertarse en el universo que siempre le había dado la espalda.

THE DISASTER ARTIST: OBRA MAESTRA
The Disaster Artist. Estados Unidos, 2017.
Dirección: James Franco. Intérpretes: James Franco, Dave Franco, Seth Rogen, Judd Apatow, Hannibal Burress, Jerrod Carmichael, Bryan Cranston, Zoey Deutch, Zac Efron, Nathan Fielder, Ari Graynor, Melanie Griffith, Josh Hutcherson, Jason Mantzoukas, Christopher Mintz-Plasse, Megan Mullally, Paul Scheer, Sharon Stone, Jacki Weaver. Guión: Scott Neustadter y Michael H. Weber, basado en el libro The Disaster Artist: My Life Inside “The Room”, the Greatest Bad Movie Ever Made, de Greg Sestero y Tom Bissell. Fotografía: Brandon Trost. Edición: Stacey Schroeder. Música: Dave Porter. Distribuidora: Warner Bros. Duración: 104 minutos.