Tarde para morir joven

Crítica de Jessica Johanna - El Espectador Avezado

Dirigida y escrita por Dominga Sotomayor, "Tarde para morir joven" es un retrato sobre la juventud que se sucede durante un verano de 1990 en Chile, justo después de la Dictadura. Sofía, Lucas y Clara, dos adolescentes y una niña, viven junto a sus familias en una comunidad aislada a los pies de los Andes, alejados de la urbanidad y construyendo su propio mundo.
Para algunos también es una especie de momento transitorio, “estoy feliz de estar acá pero también estoy feliz de irme”. Mientras esperan y preparan todo para la celebración de Año Nuevo, Sofía espera la llegada de su madre para poder irse con ella mientras vive con su padre que se separaron hace poco.
En el medio, sucede la adolescencia, con ese tumulto de sensaciones e inquietudes. Sotomayor retrata estas juventudes a través de una fotografía cálida y con una música que funciona además a nivel narrativo. La música es importante para estas personas, a la larga estamos ante una comunidad artística, para quien quiere cantar en Año Nuevo, para Lucas y su bandita, o para Sofía que quiere irse a vivir con su madre que es cantante.
En "Tarde para morir joven" estos personajes parecen vivir como en una especie de vacaciones permanentes. Momentos de ocio al aire libre, cigarrillos, salidas nocturnas, bailes, amoríos en los que escabullirse.
Si bien Sotomayor decide enfocarse en estos jóvenes (y quizás por eso los personajes adultos queden algo desdibujados), Sofía es el personaje que mayor y mejor desarrollo tiene, y a eso se le suma la interpretación cautivante de Demian Hernández.
Después está Lucas, a quien Sofía le gusta pero nunca se atreve a ir más allá. Y Clara, la niña a la que pierde el perro y recuperarlo sea tal vez aún más doloroso, aunque no para ella.
Hay también una sensación de melancolía durante todo el relato y a la larga quedarán expuestas muchas decepciones. Quizás porque la vida nunca puede ser todo el tiempo como unas vacaciones de verano, y el idilio en algún momento se rompe, o uno crece y de a poquito se va resquebrajando. "Tarde para morir joven" es una película sencilla y hermosa que a través de pequeñas cosas y momentos logra retratar una historia de las llamadas "coming of age" (de maduración) de una manera muy sensorial.
Como dato de color, con esta película Sotomayor se convirtió en la primera mujer en ganar el Leopardo a la Mejor Dirección en el Festival de Locarno.