Soldado argentino

Crítica de Matías Orta - A Sala Llena

La Guerra de Malvinas nunca fue un tema ajeno al cine. Ya apenas volvió la democracia se estrenó Los Chicos de la Guerra (1984), de Bebe Kamin. Más adelante, Iluminados por el Fuego (2005), con Gastón Pauls, intentó una aproximación más cercana a la experiencia de los jóvenes argentinos que fueron enviados a luchar contra el ejército británico en 1982. Soldado Argentino sólo Conocido por Dios (2017) es, hasta el momento, el exponente más logrado sobre el tema.

Juan (Mariano Bertolini), un joven aspirante a artista plástico, queda seleccionado para hacer el servicio militar durante el Proceso de Reorganización Nacional. Pronto será derivado a Malvinas, donde se reencontrará con Ramón (Sergio Surraco), su mejor amigo hasta que se puso de novio con Ana (Florencia Torrente), su hermana. En el frente de batalla, ambos olvidan sus diferencias, pero ya es tarde: Ramón desaparece en medio de una misión, y aún después de la contienda, se especula que él es el mítico soldado argentino que combatió hasta el final contra un pelotón de ingleses. Ana luchará porque su hermano sea reconocido como héroe, al tiempo que Juan debe aprender a sobrellevar los tormentos que acarrea desde aquellos días de frío, armas y muerte.

La película contó con el apoyo de Ejército Argentino, la Armada Argentina y la Fuerza Aérea Argentina, y se nota en el impresionante despliegue de producción, que incluye vehículos anfibios y aviones Harrier bien animados digitalmente. Nunca como esta vez en el cine nacional se sintió tan realista no sólo la Guerra de Malvinas sino un enfrentamiento bélico. El director Rodrigo Fernández Engler transporta al espectador a un verdadero infierno, donde los muchachos hacen lo que pueden para sobrevivir.

Las secuencias ambientadas en las islas son una parte del film, que luego se enfoca en el después, mostrando las vivencias de Juan y de otros integrantes de aquel pelotón, y cómo cada uno sale adelante con las heridas (físicas y psicológicas) que les dejó la contienda. Mariano Bertolini está correcto como el hilo conductor de la trama, pero son aún más veraces las actuaciones de Surraco, Ezequiel Tronconi y Fabio Di Tomaso; convincentes como soldados y de civil.

Además de sus perturbadoras recreaciones de una guerra, Soldado Argentino sólo Conocido por Dios permite vislumbrar la situación de los héroes anónimos y su relación entre ellos mismos y con la sociedad. No por contar con apoyo de organismos militares glorifica a las Fuerzas, sino que también las mira con desdén.

Una película indispensable para conocer en detalle parte del pasado más triste de este país, y para entender y valorar el presente.