Sin nada que perder

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

La historia de dos ladrones de bancos, en Texas en una época donde nadie asalta bancos, porque los verdaderos ladrones son las instituciones bancarias que ejecutan las hipotecas para quedarse con las tierras que son ricas en petróleo. Entonces estos dos hermanos, uno divorciado con dos hijos, otro un ex convicto en libertad condicional se ponen de acuerdo en un plan perfecto: robar muchas y pequeñas sucursales llevándose poco dinero chico, imposible de rastrear, con el objetivo de reunir solo lo justo para pagar la hipoteca que amenaza la propiedad familiar. Luego blanquean esa plata en los casinos, y ese cheque lo depositan en el banco acreedor. La belleza, la ironía de la jugada es única, captada sabiamente por su director David Mackenzie y con un gran guión de Taylor Sheridan. Todo el tiempo se ven lugares abandonados, pueblos muertos, carteles de remate, y también testigos reacios a delatar a los delincuentes. De lado de la ley el comisario compuesto por Jeff Bridges que da lecciones de actuación junto a los buenos trabajos de Cris Pine, Ben Foster y Gil Birminham. Con la aparición de los Rangers la acción se multiplica, la tensión y el suspenso mantienen en vilo al espectador, y la trama inteligente entretiene al máximo. Esta nominada para los Oscar por mejor película, guión, montaje y la actuación en rol secundario del gran Bridges. Es un western pero también un thriller endemoniado e inteligente. No se la pierda.