Santiago, Italia

Crítica de Pablo E. Arahuete - CineFreaks

Caro onore.

La caída de Salvador Allende, el bombardeo a la Casa de la Moneda y un puñado de imágenes documentales que de alguna u otra manera han llegado a la memoria colectiva de pueblos latinoamericanos vuelve a impactar en el documental de Nanni Moretti Santiago, Italia, básicamente porque para quienes pudieron conocer el pensamiento del director italiano a partir de cada una de sus películas queda establecido el compromiso ideológico detrás de la idea de recuperar testimonios de aquellos sobrevivientes a la dictadura pinochetista.

La formalidad de cabezas parlantes en este caso específico no es un signo de flaqueza intelectual o pereza a la hora de pensar en la construcción de un trabajo documental porque es el peso de la historia de aquellos que encontraron en la utopía una causa para transitar etapas de audacia y enorme peligro, además del espacio para recordar a partir de las preguntas más difíciles que el director de Aprile dispara al corazón sin herirlo de muerte.

Es la muerte, la tortura y la locura, la que predomina en cada relato e inclusive en esos quiebres que en silencio generan atmósferas de honda verdad para que la cámara solamente registre -como ese oyente silente- que acompaña sin juzgar.

La coherencia del film no se percibe desde la base de la imparcialidad con las dos campanas en equilibrio discursivo, y es ese detalle no menor el que expone Nanni Moretti al enfrentar a uno de los militares que se jacta de inocencia a pesar de la justicia que lo condenó por criminal y que increpa a Nanni diciéndole que no veía en la entrevista un trato imparcial ante la fría respuesta afirmativa por parte del creador de Habemus Papa.

El doble viaje de Italia a Santiago y viceversa es un doble espejo del pasado y el presente, donde Nanni Moretti se busca en la utopía de aquellos refugiados en la embajada de Italia, quienes luego encontraron en el exilio a escondidas la solidaridad de un país que sabía de totalitarismos y también del peligro de la teoría de los dos demonios cuando de defender una causa trascendental se trataba, a pesar de las bombas, de los muertos y la soledad de los héroes con honor.