Rocketman

Crítica de Alejandra Sarasqueta - La Entrada al Cine

Las canciones de Elton John parecen haber sido hechas para narrar su vida en un musical que alguna vez se iba a hacer. «Rocketman» presenta el costado más amargo y oscuro del señor de los mil y un colores durante dos horas de relato intenso, talento y fantasía.

¿Cuántos caracteres me voy a demorar en compararla con Bohemian Rhapsody? Listo, ya está hecho. Pero es que tiene sentido: después de que la película de Queen se convirtiera en una de las más exitosas de 2018, el estreno de otra biopic musical de otro ídolo británico hace que el juego de siete diferencias surja sin chance de evitarlo.

Básicamente, Rocketman es todo lo que Bohemian Rhapsody no es: ni mejor, ni peor. Diferente. En primer lugar, lo primero que me sorprendió de la película es que efectivamente es un musical, en el sentido más clásico. Es decir, se cantan las canciones para narrar el contenido argumental de la historia. Y sucede que es ese inmenso y formidable repertorio de Elton John, hay una letra y una melodía para cada situación.

Lo segundo que hay que decir es que Rocketman nos presenta una historia que, para muchos, es desconocida. Un niño con un oído privilegiado que crece en un hogar hostil, crece y conoce a Bernie Taupin, un letrista brillante, con quien conforma una de las mejores duplas de compositores de la historia, no sin transitar el infierno en cada nuevo paso hacia la gloria.

Rocketman, la fantasía musical
Elton John, quien también es productor del film, definió Rocketman como una fantasía musical y no hay dudas de que ese es el género. Cuadros visuales ilustran el paraíso y el infierno -sobre todo- de la vida del artista con escenas realmente conmovedoras.

Y necesito volver a Bohemian Rhapsody. La película sobre Freddie Mercury apeló a la nostalgia a través del humor, la amistad y los himnos que elevan las endorfinas, sosteniendo un tono en general alegre para equilibrar ese final trágico que no muestra. Y está bien que así haya sido: una celebración de lo que fue Queen. La estrategia de Rocketman es justo la opuesta: con un tono dramático, cuenta la historia de un sobreviviente que logró salir a flote. Lo mismo pasa con el estilo: mientras una se apegó a lo clásico y entregó una película amena y disfrutable para todo público, Rocketman opta por mostrar el costado más oscuro de la consigna «sexo, drogas y rock&roll» mediante escenas poco convencionales y plenas de fantasía y alucinaciones.

Y hasta acá llegué sin hablar aun del estupendo trabajo del elenco, encabezado por un Taron Egerton desbordante de talento. Lo que canta y lo que actúa, soberbio. Es un placer verlo. A él lo acompañan Bryce Dallas Howard (la madre de Elton John), Jamie Bell (Bernie Taupin) y Richard Madden (el manager John Reid), todos estupendos en sus papeles.

Sin pretensiones de realismo, Rocketman es una película que se anima a ofrecer una mirada personal y única, fiel al hombre que la protagoniza.

Puntaje: 8/10

Duración: 121 minutos
País: Estados Unidos / Reino Unido
Año: 2019