Ritmo perfecto

Crítica de Fernando Alvarez - Todo lo ve

Las chicas sólo quieren cantar

Pensada para público adolescente y sin otras pretensiones que las de retratar las inquietudes artísticas de chicas y chicos que integran cofradías y se prueban en un concurso de canto a capella, Ritmo perfecto da en el blanco con sus gags y toques musicales.

Siguiendo la moda de la serie Glee y rememorando viejo títulos como Amor sin barreras, con relaciones cruzadas entre ambos bandos, esta es una película de fórmula que toma prestados elementos de realizaciones clásicas y las aggiorna a los tiempos que corren.

El tema de los sueños y la superación personal ante las presiones familiares y la explotación de las aptitudes artísticas para el canto forman el corazón de esta propuesta que ya anuncia una segunda parte. Beca (Anna Kendrick) se une al grupo de las Barden Bellas luego de perder en la última competencia interuniversitaria, pero enfrente tienen a los Treblemakers, el grupo de canto masculino que arrasa en todas sus presentaciones.

La nueva comedia del director Jason Moore (creador de éxitos en Broadway como Shrek el Musical, Magnolias de Acero y Avenida Q y responsable de capítulos para las series Dawson’s Creek y Brothers and Sisters) llega a la pantalla grande con el ímpetu de una historia que combina música y personajes simpáticos como Amy (Rebel Wilson), la gordita del grupo o Lilly (Hana Mae Lee), una chica oriental que susurra en lugar de hablar. Entre vómitos, un escenario listo para el gran show y covers de temas populares, las chicas parece que sólo quieren divertirse.