Rio

Crítica de Rodrigo Chavero - El Espectador Avezado

Aventura avícola en ritmo de bossa nova

Lo primero que hay que saber sobre esta nueva producción de los creadores de "Ice Age" es que, en cierta manera, quisieron innovar. Apoyados en el deseo del director Carlos Saldanha (responsable de la triología) de hacer una película de animación basada en su tierra natal, eligieron una clásica historia de superación personal (del estilo habitual del género) con un toque regional particular. Ambientar la historia en Rio de Janeiro, en vísperas del Carnaval, era una apuesta interesante, quizás arriesgada, aunque original. El resultado, es un film correcto, muy colorido y con una interesante banda de sonido, pero nada que termine destacándolo sobre otros grandes del género. A ver, "Río", se deja ver y tiene ese toque distinto que le da la geografía sudamericana (poco abordada en producciones de los grandes estudios), pero su ritmo y secuencia es previsible y no sorprende de acuerdo a las expectativas.

Que quede claro, que a mi las "Ice Age" me parecieron buenas. No sólo desde lo técnico, sino desde la composición de personajes y los conflictos que aquí se juegan. "Río" elige contar una historia simple, familiar y tierna, con la que muchos espectadores se identificarán y pasarán un rato amable, donde lo que prima es la cuidada banda de sonido y las secuencias paisajísticas de la ciudad y del evento central, el carnval, su espíritu, las comparsas y el sambódromo en el cierrre. Y es destacable decir que en 3D se disfruta mucho más.

Pero no nos anticipemos.

La historia es la de un guacamayo azul que (siendo originario de las tierras tropicales) por esas cosas del destino (es llevado a un zoológico al que nunca llega, sustraído de su hábitat original siendo pequeño), termina en la fría Minnessota, bajo el cuidado de una conservadora y dulce propietaria de una librería. Ella y su mascota tienen una relación única, y Blu (así se llama nuestro plumífero protagonista), está muy cómodo en donde viven. Su dueña, Linda, lo trata de maravillas, lo mima y malcría a más no poder, y él vive su vida, sin casi contacto con el mundo exterior. Lo único que le molesta, es que no sabe volar. Lo lleva en el ADN, pero algo sucede que Blu, no puede hacerlo, lo cual lo transforma en un ave dependiente y temerosa. Cierto día, llega un enviado de un parque zoológico de Brasil, para decirles que nuestro protagonista es el último macho de su especie y que si no se aparea con una hembra que ellos tienen en Río, será el fin de esa clase de guacamayos. Resultado, con mucha desconfianza, los dos amigos (el pájaro y su dueña) partirán para Brasil a cumplir con el mandato de prolongación de la especie.

Bueno, como todos podrán anticipar, algo le pasará a Blu a poco de conocer a su Julieta, aquí llamada Perla (serán nuevamente secuestrados para ser vendidos) que revolucionará su medio.

De ahí en más, lo que todos conocemos, amigos nuevos, enemigos simpáticos, escenas de musicales, persecusiones, etc etc...

Donde Carlos Saldanha se luce, obviamente, es en la reconstrucción digital que hace de Río y sus lugares tradicionales. Nos pasea por las favelas y hasta nos parecen pintorescas!!!! (y lo digo, porque justo ayer ví "Tropa de Elite 2", que aborda el costado violento de la misma ciudad) Su equipo de diseñadores ha trabajado con esmero para que las escenas donde los pájaros sobrevuelan la ciudad, pasean frente al Cristo Redentor del Corvocado o ven iluminada la bahia de noche, nos sorprendan... Y señores, lo logran, lo que no es poco.

Pero no todo es animación y arte digital y quizás el punto más flojo de "Río" sea la tibieza de su protagonista, Blu (responsabilidad del guión de Don Rhymer, el de la saga "Big Momma"). Esto hace que a pesar de los denodados esfuerzos del resto de las voces del cast, el apagado espíritu de nuestro plumífero amigo le quite fuerza a las secuencias de acción y que sólo sorprendan las de vuelo, entre la gran variedad que la cinta ofrece. Daría la impresión de que el foco estuvo puesto en la ambientación y en la paleta de colores que se puso en juego, más que en la idea del film... Es importante también advertir que la película tiene muchos altibajos en su relato, donde por momentos la tensión se relaja en extremo y otros, donde la adrenalina fluye a raudales, confundiendo hasta a la misma platea infantil. Creo que es porque "Río" se detiene a explicar el marco del lugar donde se dan los acontecimientos y sus costumbres, lo cual le termina dando un ritmo extraño, contenido, que no explota pero que tampoco aburre.

Si hay que celebrar que Sudamérica sea el escenario de una producción de este tipo y que se sepan que hay mucha atmósfera para contar historias infantiles en este lado del mundo.

Un producto desparejo, con una encantadora banda de sonido (las canciones de Lionel Ritchie, las versiones nuevas de clásicos de la bossa nova, etc) cuya singularidad está dada por la locación donde transcurre la acción. Si no tienen muchas pretenciones y llevan a sus hijos, es probable que pasen un rato entretenido (eso si, baldes de pochoclo a tope para enfrentar los momentos lentos de la cinta!)...