Rescate en Entebbe

Crítica de Santiago García - Leer Cine

El discurso antes que el cine.

La historia que narra Rescate en Entebbe (7 Days in Entebbe, 2018) es apasionante. Su contenido dramático es tan impactante que muy poco tiempo después de que ocurrieran los hechos que en la película se narra, ya había un telefilm y dos largometrajes que lo registraban. Primero la película hecha para TV Victory at Entebbe (1976) y luego producción más ambiciosa Raid on Entebbe (1977) con un elenco internacional y Operation Thunderbolt (1977) película hecha en Israel. Años más tarde Fuerza Delta ( The Delta Force, 1986) se inspiraba sin decirlo en algunos detalles de estos eventos y lateralmente en El último rey de Escocia (The Last King of Scotland, 2006), biopic sobre Idi Amin, toma como parte de su trama los eventos ocurridos en Uganda.

¿Qué fue lo que ocurrió en la Operación Entebbe? El 27 de junio del año 1976 un avión de Air France con doscientos cuarenta y ocho pasajero fue secuestrado por terroristas palestinos y aliados y desviado al aeropuerto de Entebbe, cerca de la capital de Uganda, Kampala. Aunque la historia es muy conocida para las personas que vivieron en aquellos años, es posible que para las nuevas generaciones sea un misterio, por lo cual no adelantaremos aquí elementos de la trama. Lo que sí es importante decir, es que la cercanía de los hechos narrados en los primeros films que se hicieron, no permitieron tener a su disposición el material que por entonces era confidencial acerca de la Operación Thunderbolt que popularmente se conoce como Operación Entebbe. Esta nueva información en nada afecta a la nueva película, que no resulta más interesante ni más atrapante que las tres versiones ya mencionadas.

El primero de los títulos en aparecer fue el telefilm Victory at Entebbe, estrenado en 1976, a cinco meses de que ocurrieran los eventos que el film narra. Se eligió filmarlo en videotape lo que le da la estética de especial de televisión más que de un film. Todo el trabajo de puesta en escena es muy simple y donde Victory at Entebbe marca la diferencia es en su elenco, lleno de estrellas: Helmut Berger, Linda Blair, Kirk Douglas, Richard Dreyfuss, Helen Hayes, Burt Lancaster, Elizabeth Taylor y Anthony Hopkins entre los más importantes. El director fue el experimentado director de televisión Marvin J. Chomsky, pero una vez más, se trata más de un especial de televisión que de un telefilm, reforzado esto por decorados sencillos de estudio, incluyendo el exterior del aeropuerto de Entebbe, cuyo aspecto es el de los decorados televisivos de la década del cincuenta. Algunas historias secundarias fueron cortadas en funciones posteriores de la película y por la elección de actores y construcción de escenas, da la sensación de que se intentó pensar el film como una variable basada en hechos reales del género de cine catástrofe de la saga de Aeropuerto.

Un mes después se estrenó otro film muy distinto, con una calidad cinematográfica indiscutible, a punto tal que se estrenó en cines en algunos países aunque fue concebida para televisión en Estados Unidos. Raid en Entebbe (1977) tenía un director de cine como responsable, nada menos que Irving Kershner. Y el elenco también era espectacular: Charles Bronson, Peter Finch, Yaphet Kotto, Martin Balsam, Horst Buchholz, John Saxon, Jack Warden, Sylvia Sidney, Robert Loggia, Eddie Constantine, James Woods. La película es muy buena en las escenas de acción, es emocionante, potente y sigue siendo el mejor de los títulos que se hicieron sobre el rescate. Sirve tanto en la reconstrucción histórica como en el entretenimiento cinematográfico, sin descuidar los conflictos de los personajes, tanto de los héroes como de los villanos. La perla de la película es Yaphet Kotto intepretando a Idi Amin, presidente de Uganda, personaje clave en la historia. Sylvida Sidney en el papel de Dora Bloch también tiene un espacio destacado, tal vez un poco mayor que en las otras películas, aunque en Victory at Entebbe también sigue al personaje hasta el final.

Fuerza Delta, una versión en clave de puro cine de acción de otra crisis de la crisis de los rehenes de 1985 a la que le agregó elementos del rescate en Entebbe, protagonizada por Chuck Norris, Lee Marvin y Martin Balsam era parte de un elenco multiestelar. Todo en Operación Thunderbolt (Mivtsa Yonatan es el título original) se ve más auténtico que en los otros films, posiblemente por la casi ausencia de rostros conocidos y por una intencional búsqueda de elementos de carácter documental. Se podría decir que su falta de eficiencia en la puesta en escena le juega más a favor que en contra porque se ve menos parecido a una ficción. El hallazgo más grande, sin embargo, es resignar las reuniones del gobierno israelí por tomas documentales de los verdaderos políticos entrando a dicha reunión. La película, producida por la fuerza aérea de Israel y por el gobierno, sin duda es la más poderosa en su homenaje a los que rescataron a los rehenes, la escena final es muy emocionante. En 1978 recibió una nominación al Oscar a mejor película extranjera.

Rescate en Entebbe (2018) dirigida por José Padihla, el director de la discutible Tropa de elite y la insulsa remake de Robocop es guiado por un guión que intenta darle más espacio y humanidad a los terroristas. Esta decisión, lejos de volver a la historia más compleja, la hace más aburrida, en particular porque no logra jamás que esos personajes nos resultan interesantes o entendibles. Está claro que al haber pasado más de cuarenta años del hecho, la película no considera suficiente los hechos desde el punto de vista de víctimas y rescatistas, que en muchos aspectos lo que busca es reflexionar sobre el conflicto en Medio oriente y la ausencia de una solución a la vista. Reflexiona sobre hechos de hace cuarenta y dos años sabiendo lo que pasó después y esto no la vuelve más sabia, sino más limitada e incluso deshonesta. Las obviedades de los diálogos se cruzan con toda una línea de la película que es una gran coreografía de danza moderna que funciona como alegoría de los temas tratados y, mérito de quienes hicieron la película, es capaz de bajar línea con la misma obviedad de los diálogos, aun sin usarlos (mientras bailan, claro). Llegar a esta remake de una historia tan interesante, para convertirla en una película con tan poca gracia es una pena. Quedan los films mencionados que, sin llegar ninguno a ser una obra maestra, al menos respiran la urgencia y el riesgo de haber sido hechos cuando la Operación Entebbe era un hecho reciente.