Regresa a mi

Crítica de Cecilia Della Croce - Ociopatas

Holly Burns (Julia Roberts) es una madre que vive en una linda casa de un suburbio acomodado de Nueva York, y al regreso de las compras de Navidad con sus hijos (Ivy, y los dos más chicos de su segundo matrimonio) se encuentra con la inesperada visita de su hijo mayor Ben (Lucas Hedges) de 19 años, que sale del centro de rehabilitación por su adicción a las drogas para pasar las fiestas en familia. Ese es el punto de partida con el que arranca Regresa a mí, del guionista y director Peter Hedges (What’s Eating Gilbert Grape, About a Boy, Pieces of April). El cineasta construye una trama que aumenta en ritmo y potencia a partir de una serie de acontecimientos que se desatan en las 24 horas de la víspera de Navidad. A diferencia de lo que se puede suponer en un principio, el cuadro familiar idílico se convierte en un drama que atraviesa las vidas de madre e hijo, y tiene repercusiones en el resto de la familia y la comunidad.

Si bien no alcanza la intensidad dramática de Beautiful Boy (otra película que en 2018 encaró la misma temática de un hijo adolescente atrapado por la adicción aunque desde otro enfoque narrativo), la película de Hedges (que es el padre del protagonista en la vida real) va de menor a mayor y gana en interés y profundidad a medida que se suceden situaciones cada vez más complicadas y dolorosas derivadas del infierno en el que está sumergido Ben y del que parece no poder salir. Las muy buenas actuaciones de Julia Roberts y Lucas Hedges, que construyen el vínculo madre/hijo suman para que nos compenetremos con el clima de la historia que se vuelve cada vez más desesperante. También conmueven los roles secundarios a cargo de Kathryn Newton como Ivy, la hermana de Ben, y Rachel Bay Jones como Beth Conyers, una madre vecina que perdió a su hija a causa de una sobredosis.

Un planteo (y un final) que nos dejan pensando en lo vulnerables que son los adolescentes y en la desesperación de los padres de chicos que caen en la espiral siniestra del mundo de las drogas, tratando de imaginar qué haríamos si estuviéramos en ese lugar.