Rápidos y furiosos 8

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

Con un público cautivo que permite una saga tan popular y prolongada, esta nueva entrega esta a la altura de las expectativas de sus fans. Carreras y más carreras de autos. Por la Habana, con un auto casi destruido y en llamas como para un aperitivo antes de los títulos. Y después una trama donde el Dom Toretto del inefable Vin Diesel se ve obligado a ponerse en contra de su propio equipo por obra de una malvada encarnada por la bellísima Charlize Theron. En el elenco la habitual acumulación de nombres famosos que esta vez incluye la participación de la mismísima Helen Mirren. Pero están Jason Statham, Dwayne Johnson, Michelle Rodríguez, Kurt Russell, Tyrese Gibson, Ludacris, Scott Eastwood y siguen los nombres. Reclamados por tratarse de un tema de seguridad nacional, tendrán todos los autos que quieran, delicias de los fans. Y la velocidad característica con autos guiados a distancia, con cables que tratan de inmovilizar a Toretto como una versión “fierrera” de la muerte de Tupac amaro. O una carrera en el Ártico con un submarino que rompe los hielos. O carreras por una Nueva York atestada de gente. Un poco larga pero efectiva y con el mensaje de que primero es la familia como en el pasado decía el legendario Campanelli de la tele argenta. Vin Diesel uno de los trece productores asociados la tiene clara: Una receta básica que acumula cada vez más fantasía en las carreras y persecuciones, a tal punto que para la numero nueve los fans piden que el clan se vaya al espacio. Ver para creer. Mientras tanto esta entrega numero ocho brinda lo que siempre promete la saga.