Rápidos y furiosos 6

Crítica de Juan Pablo Schapira - Tranvías y Deseos

0 - De qué va: Dom Toretto (Vin Diesel) está retirado, disfrutando de la vida tranquila, hasta que Hobbs (The Rock) lo visita para ofrecerle un trato. Si él lo ayuda a atrapar a un peligroso ladrón, recuperará a su ex mujer Letty (Michelle Rodriguez), a quien todos daban por muerta pero está trabajando para este hombre. Con la intención de no darle la espalda a la familia, todo el equipo se reúne y emprenden una nueva misión.

1-No me gustan los autos: No conozco, no entiendo las especificaciones técnicas, no me motivan, y si todo esto es poco, manejo mal. Mi relación de mayor conexión emocional con los vehículos pasa por el equipo de audio. Con ese sí, amor para toda la vida. En “Drive” -que no es ‘una de acción’ en el mismo sentido que este film, y hay que ver si en realidad es ‘una de acción- las secuencias con autos me gustaron porque había muy poca cosa y se enfatizaba el estilo, que acompañaba el tono de la película. No digo que “Rápidos y Furiosos 6” no tenga estilo, sino que su objetivo está más cerca de la búsqueda de impacto. Impacto por impactar, por eso hay más parafernalia, más personajes y secuencias más grandes. La idea es que la sala explote y el estilo pasa por otro lado.

2-12 años, 6 películas, 1 equipo: Hay argumentos que se prestarán a discusión, pero en el género de acción la de “Rápido y Furioso” es sin duda una saga récord. Las 6 emisiones de la saga se estrenaron en la pantalla grande, en todo el mundo (en este aspecto, si esta franquicia no es la única, está dentro de un reducido grupo); cuando algún personaje se fue, apareció otro que después se quedó por varias películas. Las apuestas se fueron subiendo: aumentaron los jugadores y la producción, se apostó a los grandes nombres, y desde la cuarta entrega, con Justin Lin como director, las recaudaciones son cada vez mayores. No me extrañaría que la cifra de esta nueva aventura supere la anterior, menos después del éxito de “ScaryMovie 5” en la taquilla. Lo que está detrás de esto es un evidente número de aficionados a este tipo de películas (las de acción sí, las de autos también) que también se encariñaron con los personajes. Hay un momento en que la película, si fuese cualquier otra, estaría concluida, pero la intención de darle a este público fiel una vuelta más de tuerca que ellos apreciarán explica un gusto que la saga hoy decide darse. Yo no me conecto con lo que sucede, pero debo señalar que en los últimos 10 minutos se suceden una serie de hechos y se toman decisiones un tanto fuertes, hasta cuestionables, que serán más resonantes para quienes se sientan identificados con la historia. ¿De qué historia hablamos? Al punto 3.

3-El género funciona hoy de esta forma: La acción más pura y dura era una cosa. Hoy es otra. El cambio podría estar en “Matrix” que tampoco es ‘una de acción’ per se, pero que le dio una vuelta visual a las cosas. El cine se dio cuenta de que había más herramientas y que nada era imposible. Los músculos y las armas de fuego se combinaban con todo un nuevo arsenal de elementos, tecnología y efectos mediante. Sin embargo, amén de lo técnico, que no quepa duda que el cuentito es el mismo. ¿Cuál? Excusa de argumento; villano; misión y un grupo (por dentro o fuera de la ley…la última es más común) que debe cumplirla y que de alguna forma atraviesa cierto vínculo emocional. En la última entrega de “Duro de Matar” esto último falló -otras cosas también-; aquí, aunque a mí se me haga algo lavado, el hecho de que el elenco compartió otras filmaciones trae un clima más fresco. Los one-liners, por ejemplo, tienen algo de efecto. Nos reímos un poco. Eso constituye algo del estilo de los personajes de esta película. Se toca con este costado juguetón.

4-El héroe de acción moderno: El estado del género presentado en el punto 3, Sylvester Stallone lo entiende, y sus últimos trabajos como actor y director conviven en esta disyuntiva: la frontera entre lo más primitivo y/o clásico y el futuro. Parado en el medio, tomando un poco de allá y otro tanto de acá, Sly nos trajo “Los Indestructibles” ‘una de acción’ divertida y autoconsciente. Incorporando la actualidad del género, en aquel trabajo lo que Stallone hacía era abrirle paso al héroe de acción moderno, dándole un rol central en la historia a Jason Statham. Si no se lo convocó a Vin Diesel, es porque recuerda un poco al propio Stallone. Más brusco, grandote, tosco, con algunas dificultades para el habla y menos canchero que Statham, Vin Diesel es también un héroe de acción moderno. Quizá no se las sabe todas, pero fue parte de la transición, conoce de qué se trata el asunto y se asumió como alguien que venía a jugar un papel importante en esta nueva era. No desmerezcamos el trabajo de un pelado fortachón que se calzo un traje, de a ratos más rústico, a veces más cómico y no poco dramático, y llenó un vacío en el género con dignidad. Le falta el carisma del otro pelado, pero le sobran cualidades. Hay que ocupar el espacio que Vin Diesel ocupó.

5-The Rock estaba para otra cosa: El caso de Dwayne Johnson es similar pero distinto. Con “El Rey Escorpión” dio el salto en el cine, y luego hizo mucho de todo. Por ahí fue por una necesidad de búsqueda actoral y de desafío. Así cayó en la comedia y en el recurso de reírse de sí mismo, que por suerte siempre le salió bien. Coqueteó con Disney y fue protagonista de un público que le era ajeno: la familia enterita sentada en el cine. Allí tuvo su mejor papel, en “The Game Plan”, como jugador de fútbol que se entera que tiene una hija. Es una opinión, pero puede que la acumulación de estos papeles le hayan instalado inevitablemente un gesto menos serio en la cara. Yo hoy, en ‘una de acción’, y específicamente en esta de acción, lo encuentro ridículo. Es entendible que Stallone no lo haya convocado para la reunión de gigantes.