Rápidos y furiosos 6

Crítica de Emiliano Basile - EscribiendoCine

Otro capítulo fierrero

A esta altura del partido ya se puede hablar de una nueva entrega de la serie (ya no saga), llamada en esta ocasión Rápido y Furioso 6 (Fast & Furious 6). Y no es una denominación arbitraria, la presentación de los títulos del film que compila fragmentos de las películas anteriores para presentar en acción a los personajes, así lo demuestran.

Esta vez en Londres (pasando por Moscú y España), los protagonistas Dom Toretto (Vin Diesel) y Brian (Paul Walker) sumado el “grandote” Hobbs (Dwayne Johnson) compañero de aventuras desde Río de Janeiro, unirán fuerzas para atrapar a la banda organizada por Shaw (Luke Evans) y recuperar a Letty (Michelle Rodriguez), en la sexta parte de la saga que ya tiene una secuela en camino con Jason Statham como villano.

Con la muchachada retirada y disfrutando de la vida tranquila, aparecerá Hobbs con pruebas fehacientes de que Letty, la ex mujer de Dom dada por muerta, está viva y hay que rescatarla. Y la banda como grupo familiar que es (ahora más que nunca con Brian criando a su bebé) debe reunirse para recuperar al miembro faltante del clan, aunque ello implique poner en riesgo al resto.

Con este argumento básico de serie de televisión (revivir a un personaje muerto que encima perdió la memoria) continúan las aventuras de los muchachos fierreros con “códigos”. Y los códigos adquieren importancia porque los malos en cuestión son otra banda “roba autos” que no tiene códigos. La idea del doble se instala en imágenes, con cada miembro de la banda teniendo su versión “malvada” reforzada en un diálogo por si alguien lo pasó por alto.

Las mujeres juegan un rol particular como en las demás películas: sexys y comprensivas hasta lo inverosímil. Son un complemento de los chicos, logran sacar lo mejor de ellos y llevarlos a realizar sus anhelos personales por más que vayan en contra de los suyos. Feministas atenerse, porque estamos frente a un elemento que configura las películas de acción masculinas, por más que aquí esté exagerado. La idea de “hacer real la fantasía masculina” en el género de acción implica ser héroe, doblegar fuerzas, salvar a la chica, ser leal a los compañeros y sobre todo obtener el respeto absoluto de quienes lo rodean. La mujer es un accesorio más que viene a reforzar tal masculinidad. Incluso más que el auto, en una escena dicen cuando cambias el auto por uno nuevo no tenés que dejarle la mitad de los bienes al anterior.

Dejando un poco el análisis de lado, también hay que decir que Rápido y Furioso 6 no tiene la potencia grandilocuente de su antecesora, aunque igual siga entregando la dosis justa de persecuciones automovilísticas y entretenimiento a toda velocidad como para estar a la altura de las circunstancias. Un nuevo capítulo y van…