Rápidos y furiosos 6

Crítica de Alan Echeverría - Cinéfilo Club

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La incorporación de “The Rock” Johnson le ha sentado bien a Fast & Furious desde que el gigante se sumó en la edición anterior. También ha funcionado ese incremento o viraje de la saga más en cine de acción que en secuencias de reiteradísimas carreras. Pero, así y todo, en esta última entrega todo parece indicar que estamos nuevamente en presencia de el típico y conocido “más de lo mismo”, reduciéndose casi única y absolutamente a su público objetivo.
En la sexta parte, el agente Hobbs precisa de la ayuda de Dom (Vin Diesel), Brian y todo su equipo para intentar detener a una banda peligrosa a cargo del delincuente Shaw que no para de sembrar caos por toda Europa.
No hay demasiado para reflexionar que tenga que ver con el guión, vueltas de tuerca ni nada por el estilo. En Rápidos y furiosos 6 lo importante radica en situarse lo más cómodamente posible en la butaca, estirarse y dejarse llevar por la dinámica propia del film, la cual vuelve a recurrir a acertadas bocanadas humorísticas, más que nada del personaje interpretado por Tyrese Gibson.
Con persecuciones en menor medida y algo más enfocada en lo que respecte a la acción y ritmo que no tengan que ver tanto con situarse en cuatro ruedas, la proyección cumple con lo que los seguidores de la saga esperaban, pero quizás excluye o aísla a todos aquellos que no comulguen mucho con la espectacularidad popular de las escenas de este tipo de cintas ni con su particular y simple modo de tramar las cosas.

LO MEJOR: Johnson le aporta más nivel a la historia. Algunos buenos chistes.
LO PEOR: nada nuevo. Disfrutable a medias y olvidable. No es la última entrega.
PUNTAJE: 5